En el marco de una protesta, docentes agremiados en la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) y del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado (SUSPEG), desalojaron un edificio de la Secretaría de Educación y la sede del Congreso.

 

En medio de su manifestación en Chilpancingo, para exigir la entrega de plazas de base, los maestros golpearon a un empleado del área de inteligencia de la Secretaría de Gobernación y retuvieron a un agente de tránsito porque ambos tomaban fotografías de los manifestantes con sus teléfonos celulares.

 

Ayer, la protesta que salió del monumento local conocido como “Estela de luz” pasó por el edificio de la Subsecretaría de Educación Básica local donde los maestros obligaron a los trabajadores a desalojar su centro de trabajo bajo la amenaza de quemar las oficinas si no lo hacían.

 

Después se dirigieron a las instalaciones del Congreso donde también desalojaron a los trabajadores. Frente al edificio prendieron una pira con la propaganda electoral que encontraron a su paso.

 

Según la versión del diario Novedades, un empleado del Congreso sacó una manguera y echó un chorro de agua para apagar la pira; cuando lo consiguió, los maestros apilaron más basura electoral (pendones y pósteres) y le volvieron a prender fuego.

 

Finalmente se manifestaron frente al edificio sede del gobierno local donde exigieron seguridad laboral.

 

De acuerdo con los reportes de la prensa local, el nivel de las protestas por el reconocimiento de sus plazas ha ido escalando en los últimos días desde que iniciaron el pasado 3 de febrero.

 

El lunes, por ejemplo, un grupo de personas encapuchadas que el gobierno local ha relacionado con profesores de la CETEG quemó las instalaciones del SUSPEG ocasionando daños al edificio por más de un millón de pesos.

 

Ese mismo día, un contingente marchó a la sede del gobierno local para exigirle al gobernador Rogelio Ortega Martínez la instalación de una mesa de trabajo, en la que buscaban tratar el reconocimiento de sus plazas y la “certeza” en el pago de sus salarios.