PARÍS. La publicación en Le Monde de nombres de supuestos evasores fiscales a través de la filial suiza del banco HSBC ha generado un clima de tensión en el diario francés, cuya redacción ha reprobado abiertamente las críticas de varios de los multimillonarios dueños de la cabecera.

 

En el seno del prestigioso vespertino, que participa en la investigación internacional conocida como SwissLeaks a partir de los ficheros sustraídos por el informático franco-italiano Hervé Falciani, no han encajado bien que sus propietarios les hayan tratado de populistas.

 

El primero en atacar a Le Monde -embrión de la filtración junto al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ)- ha sido Matthieu Pigasse, uno de los tres accionistas de referencia de ese periódico, dueño de la revista “Les Inrockuptibles” y también directivo del banco de inversión Lazard.

 

Pigasse aseguró que se siente “orgulloso” del “destacable trabajo de investigación hecho por Le Monde, pero agregó que hay una delgada línea entre ceñirse al interés general y lanzar una caza de brujas contra famosos como Emilio Botín, Fernando Alonso, Elle McPherson, Diego Forlán, David Bowie o Tina Turner.

 

“Es verdad que hay que encontrar el equilibro entre el hecho de divulgar informaciones de interés general, de interés público” y “no caer en una especie de mccarthysmo fiscal y de delación”, señaló el empresario.

 

A renglón seguido, el multimillonario Pierre Bergé, expareja sentimental del modisto Yves Saint-Laurent, reconocido filántropo y dueño también de parte de Le Monde, afinó aún más las críticas contra los periodistas de ese diario.

 

“No es para eso para lo que les he permitido obtener su independencia. Son métodos que repruebo”, declaró en los micrófonos de “RTL” Bergé, que en 2010 salvó a Le Monde de la quiebra.

 

“Esta historia me sienta mal. Evidentemente, hay que perseguir el fraude fiscal y castigar a los defraudadores. ¿Corresponde a un diario mancillar nombres? Es populismo. Fomenta los peores instintos”, agregó el empresario en esa emisora.

 

Del trío que posee Le Monde, el único que no se ha pronunciado es el empresario Xavier Niel, fundador del grupo de telecomunicaciones Free, pero las declaraciones de sus otros dos socios han bastado para que la redacción del periódico publicara un duro comunicado contra los dueños de su capital.

 

“La Sociedad de Redactores de Le Monde está muy orgullosa del tratamiento del caso ‘SwissLeaks’ (..). La investigación, la crítica y la libertad de juicio forman parte de nuestra misión principal”, señaló ese órgano editorial en un comunicado que ha publicado el propio diario.

 

En la nota subrayan que la aparente injerencia del accionariado no ha impedido y no impedirá a los periodistas trabajar con serenidad y en toda independencia y responsabilidad.

 

Y destacan que la publicación de los polémicos nombres, entre los que figuran también los pilotos Valentino Rossi y Michael Schumacher, el actor Christian Slater, el rey de Marruecos Mohamed VI o el fotógrafo Helmut Newton, se hizo respetando los principios deontológicos del diario.

 

“El papel de los accionistas es definir la estrategia de la empresa y no tratar de pesar en sus informaciones”, agregó la Sociedad de Redactores de “Le Monde”, cuyos directores, Louis Dreyfus y Gilles van Kote, se alinearon con sus reporteros en defensa de la independencia editorial.

 

La filtración de Falciani ha permitido identificar a 106.000 tenedores de cuentas de unos 200 países en la filial suiza de HSBC y 20.000 sociedades en paraísos fiscales por los que transitaron unos 180.600 millones de euros.

 

El escándalo ha llevado a países como Francia o Bélgica a anunciar medidas legales contra la entidad británica, mientras en los medios de comunicación continúa el goteo de ilustres millonarios que podrían haberse aprovechado de las prácticas deshonestas del HSBC para no pagar impuestos.

 

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