SANTIAGO. Justo cuando la imagen Michelle Bachelet comenzaba a repuntar y disfrutaba de unas vacaciones en el sur de Chile, un nuevo escándalo salpica al hijo de la presidenta, Sebastián Dávalos, funcionario de la presidencia, tras hacerse público que su esposa recibió un préstamo millonario por parte de un importante grupo financiero en 2013.

 

“La presidenta está dedicada a gobernar y los intereses del país, ella no tiene nada que ver con eso”, dijo el ministro chileno del Interior, Rodrigo Peñailillo Peñailillo en declaraciones a la prensa.

 

El ministro rechazó las acusaciones de la oposición sobre un supuesto tráfico de influencias en la obtención del crédito de 6.500 millones de pesos (unos 10.3 millones de dólares) del Banco de Chile, cuyo vicepresidente es Andronico Luksic, empresario muy cercano al oficialismo.

 

El caso se conoció el viernes pasado en un reportaje de la revista Qué Pasa, que reveló que el Banco de Chile le entregó en 2013 esa cantidad a Natalia Compagnon, esposa de Sebastián Dávalos, para comprar unos terrenos en la región de O’Higgins.

 

El préstamo se aprobó un día después de que Bachelet ganara la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el 15 de diciembre de 2013, cuando Dávalos trabajaba como gerente de proyectos de Caval, la compañía que recibió el dinero.

 

Ante este antecedente, el gobierno dijo que Dávalos publicará su declaración de patrimonio e intereses pese a que no está obligado a hacerlo, para despejar las dudas.

 

Peñailillo censuró la reacción de la oposición conservadora, que ha pedido que se investigue el caso para determinar si se produjo tráfico de influencias o uso de información privilegiada por parte de los familiares de Bachelet.

 

Pese a que el ministro de Justicia, José Antonio Gómez, compareció ante los medios de comunicación y afirmó que la operación fue regular y se circunscribió al ámbito privado, el ministro de Hacienda, Alejandro Micco, reconoció que “no todo el mundo tiene acceso” al vicepresidente de un banco para negociar un crédito, como sucedió con Dávalos y Compagnon.