SANTIAGO. Como una “intromisión inaceptable” calificó el gobierno de Chile el respaldo de la Alianza Bolivariana para Nuestra América (Alba) a la demanda que Bolivia presentó contra el país austral en La Haya para forzar una negociación que le otorgue una salida soberana al Pacífico.

 

Una declaración en tal sentido fue difundida en la clausura de la Cumbre celebrada en La Habana por la Alianza Boliviariana para Nuestra América y el Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP).

 

“No deja de llamar la atención que un foro político, del cual Chile no es parte, se pronuncie acerca de una situación que se encuentra pendiente de resolución en el órgano superior de justicia de las Naciones Unidas”, señaló una declaración del Ministerio chileno de Relaciones Exteriores.

 

Bolivia demandó a Chile en 2013 ante Corte Internacional de Justicia (CIJ), en procura de que dicho tribunal obligue a Chile a negociar una salida soberana al Pacífico para el país andino, que perdió dicho acceso en una guerra del siglo XIX.

 

Chile ha rechazado la demanda sobre la base de un tratado que en 1904 resolvió todos los problemas limítrofes entre ambos países y, sobre de acuerdo con ello, solicitó hace unos meses la incompetencia de la Corte para tramitar la demanda.

 

La declaración del Alba-TPC señaló que reitera “nuestra solidaridad con el justo e histórico reclamo del Estado Plurinacional de Bolivia sobre su derecho a una salida al mar con soberanía”.

 

La Alba está integrada por Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela; mientras que el Tratado de Comercio de los Pueblos lo conforman las islas de Antigua y Barbuda, Dominica, San Vicente, Las Granadinas y Santa Lucía.

 

El gobierno de Chile dijo que “lamenta profundamente que algunos países hermanos de América Latina y el Caribe desconozcan principios básicos que rigen las relaciones entre los Estados, entre ellos el de no intervención y del respeto a los tratados vigentes”.

 

A juicio de la Cancillería chilena, “declaraciones de esta naturaleza son contrarias a las bases mismas de igualdad y respeto mutuo en el seno de la comunidad latinoamericana, afectando seriamente el clima de diálogo que debe prevalecer entre nuestros países, además de carecer de todo efecto obligatorio”.

 

La demanda de Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya se encuentra paralizada, a la espera de que se realice un proceso de alegatos frente al recurso de excepciones preliminares presentado por Chile, con el que se busca que el tribunal se declare incompetente para pronunciarse frente al caso.