Por Vivi Herrera | Ipso Facto
¿Qué ha pasado con Xavier Dolan en Mommy? “L’enfant terrible” del cine demuestra que ha madurado con su nueva producción. El uso constante de la cámara lenta y los soundtracks copiosos han quedado atrás. Ahora el cineasta canadiense de 25 años opta por nuevas estéticas.
No, no es un error de la proyección. El aspecto de la pantalla se reduce a una forma vertical, como si la filmación se hubiera realizado con un celular. Seguramente como una forma de acentuar los horizontes limitados de los personajes. White trash.
Dolan regresa a la fórmula madre-hijo en una relación conflictiva de J’ai tué ma mère (2009). Y también repite la colaboración con Anne Dorval, quien ya no es más una mamá seria de cabello corto y que porta trajes sastre. Ahora es Diane Després, una viuda de melena abundante con mechas decoloradas y que viste como adolescente.
Los protagonistas de Mommy viven en un escenario ficticio, en el cual existe una nueva ley que permite que los padres abandonen a sus hijos enfermos en el hospital. Por su parte, Diane prefiere tener a su hijo en casa. Steve es un chico que padece ADHD (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) y no puede controlar sus impulsos de agresividad y violencia.
Pero a la dupla edípica le hacía falta un tercero: Kyla (interpretada por Suzanne Clément en su tercera colaboración con Dolan), la vecina de en frente, exprofesora de secundaria y que tiene problemas de lenguaje por una crisis nerviosa cuya causa nunca es revelada. Parece ser la salvadora de Steve, pero también resulta serlo de Diane, y a su vez, éstos dos también le ayudan a ella. Incluso, este vínculo es acentuado con una secuencia sonorizada por “Wonderwall” de Oasis: Because maybe, you’re gonna be the one that saves me…
Las películas de Dolan son como la cuerda de un instrumento, están en una constante tensión que envuelve a sus personajes en conflictos psicológicos. Ya sea un adolescente que sólo puede matar a su madre en un ensayo literario, un par de amigos que se prenden del mismo chico, un hombre que se siente mujer, o un homosexual acosado por el hermano de su fallecido exnovio. Y resulta que “l’enfant terrible” es un excelente arreglista.
