El cambio generacional en los clavados ya es una realidad. A pesar de que no tuvieron participación las medallistas olímpicas Paola Espinosa y Laura Sánchez en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014, el equipo femenil de clavados tuvo una destacada actuación, al grado que su participación fue clave para que el seleccionado nacional conquistara el título de la disciplina en la justa internacional.

 

La que tuvo un mejor trabajo fue Dolores Hernández, quien se llevó tres metales dorados. Hernández, de 17 años de edad, subió a lo más alto del podio en trampolín un metro femenil, trampolín 3 metros femenil y trampolín 3 metros sincronizados femenil, con Arantxa Chávez.

 

Dolores es la alumna más avanzada de Ma Jin, la misma entrenadora que Paola Espinosa. Uno de los objetivos de la joven clavadista será participar en los Juegos Olímpicos que se disputarán en el 2016 en Río de Janeiro, Brasil “esto es lo que me gusta, no lo hago por obligación. No lo veo como un juego, sino es parte de mi vida”, dijo la veracruzana.

 

Aunque el día a día no es sencillo para Dolores porque tiene que combinar el estudio con los entrenamientos “estoy estudiando la universidad por la mañanas, y me entregó a las prácticas y luego a hacer la tarea hasta que acabes. Lo más duro de todo esto es la escuela porque los maestros no entiende qué son los clavados”.

 

Además de Dolores Hernández, la que también tuvo una destacada participación fue Alejandra Estrella, doble medallista de oro. Estrella, de 15 años, también es esperanza olímpica porque, antes de participar en Centroamericanos, alcanzó el bronce en la Serie Mundial de Clavados FINA que se desarrolló el pasado mes de junio.

 

Alejandra subió al podio en la prueba individual en plataforma de 10 metros y en sincronizados de 10 junto con Gabriela Agúndez “este tipo de competencias me enseñan mucho, cada una tiene su importancia y creo que debo seguir con el trabajo, la meta está cada vez más cerca y me veo, porque no, en los Juegos Olímpicos”, apuntó.

 

Sin olvidar a Agúndez, quien cosechó un oro y un bronce, ambos en plataforma. Gabriela fue la más pequeña de la delegación mexicana, al tener su primer participación en Juegos Centroamericanos y del Caribe a los 14 años.

 

El cambio generacional ya se dio en los clavados, y ni las medallistas olímpicas Paola Espinosa y Laura Sánchez tienen un puesto seguro, tendrán una fuerte batalla con las jóvenes que están pisando fuerte, no sólo en plataforma, también en trampolín, y eso se corroboró durante el evento que concluyó el fin de semana en Veracruz.