CARACAS. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo hoy que los enemigos del país se “frotan las manos” tras la decisión de la OPEP de no recortar la producción de barriles diarios como pretendía el país caribeño ya que creen, dijo, que esto detendrá a la revolución bolivariana.

 

“Los enemigos de nuestra patria se frotan las manos creyendo que eso va a detener la revolución bolivariana, creyendo que eso va a afectar las inversiones”, afirmó Maduro durante un acto militar en Caracas transmitido en cadena obligatoria de radio y televisión.

 

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió hoy en su reunión número 168 en Viena, no rebajar su producción conjunta de 30 millones de barriles diarios, pese a que varios de los doce países socios habían presionado para aprobar un recorte que ayude a detener el desplome de los precios.

 

Venezuela defendió en la reunión, a través de su canciller, Rafael Ramírez, la necesidad de reducir el tope, algo que finalmente se desestimó.

 

“Yo lo puedo decir hoy aquí (…) no lo logramos por ahora, lo lograremos y los seguiremos intentando hasta que los precios petroleros lleguen a donde tiene que estar, alrededor de 100 dólares el barril”, afirmó Maduro al respecto.

 

El jefe del Ejecutivo señaló que los ingresos de Venezuela, originados principalmente por la venta de crudo y derivados, se han visto afectados en un 35 al 40 % por la caída de los precios, pero que el Gobierno continuará con sus programas sociales.

 

“Yo les garantizo a ustedes que todas las inversiones sociales (…) yo se las garantizo al pueblo de Venezuela”, aseguró.

 

A su salida de la reunión en Viena, Ramírez, antiguo ministro de Petróleo y Minería y expresidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA) afirmó al canal Telesur que la OPEP, si bien decidió hoy no bajar el “techo” de 30 millones, en vigor desde diciembre de 2011, sí acordó “reducir la sobreproducción” por encima de ese volumen.

 

Venezuela, quinto exportador mundial de crudo, vende alrededor de 2,5 millones de barriles de petróleo diarios, en su mayor parte a Estados Unidos y China, lo que proporciona más del 90 % de las divisas que ingresan el país.

 

Venezuela empezó la curva de descenso del precio de su cesta petrolera el pasado 12 de septiembre, cuando el crudo caribeño se cotizó a 90,19 dólares.

 

Desde entonces comenzó una caída continuada que sumó el viernes pasado su décima semana y desciende, por primera vez en más de tres años, por debajo de la barrera de los 70 dólares.

 

El país, además, atraviesa una difícil situación económica con altas tasas de inflación y escasez, que se han traducido en una ralentización de la economía.  DM