Tras salir fracturado de su elección interna, donde Carlos Navarrete resultó como líder nacional, el PRD enfrenta una crisis más aguda por los señalamientos que tienen en el caso Iguala, ya que el gobierno de extracción perredista es investigado por relaciones con el crimen organizado y desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa.

 

El coordinador nacional de la expresión Nueva Izquierda, Jesús Ortega, reconoció que existe una crisis institucional que no solo afecta al PRD, sino que el crimen organizado ha infiltrado a agrupaciones religiosas, políticas y gobiernos municipales, estatales, además de federales.

 

“Los partidos también han sido penetrados, pero lo han sido iglesias, empresarios privados prominentes de todos los ramos y han sido penetradas las policías y ministerios públicos al servicios de los capos, además del Ejército, entonces hay una crisis del Estado mexicano”, declaró.

 

“El narco ha penetrado a muchas instituciones del Estado, no hubo un general nombrado por el Presidente de la República como el Zar antidrogas (Jesús Gutiérrez Rebollo) y resultó aliado del crimen organizado. Ha habido iglesias donde los curas han declarado que la construcción ha sido con dinero del narco…”, agregó.

 

De acuerdo con el líder partidista, quien dio una rueda de prensa en la sede nacional del PRD, si no se reconoce esa crisis en las instituciones, lo de Iguala lamentablemente será otro hecho grave de los muchos que han sucedido y precedente de otros que puedan suceder en los estados.

 

“Hemos planteado que lo que estamos viviendo en México es una crisis del Estado nacional, lo de Iguala (en Guerrero) no está aislado de lo de Tlatlaya (en el Estado de México) y lo de Tlatlaya no está asilado de lo de La Marquesa (también Estado de México) y lo de La Marquesa no es caso asilado de la fosa con más de 100 cuerpos en Durango (…) hay una crisis del Estado mexicano”, sostuvo.

 

Al respecto, el líder de la corriente Patria Digna, Carlos Sotelo, coincidió que hay una crisis dentro del partido del sol azteca y, por tanto, el actual dirigente nacional, Carlos Navarrete, pidió un golpe de timón para cambiar la situación que vive el perredismo.

 

A pesar de ello, Jesús Ortega sostuvo que el caso de Iguala, Guerrero, no es responsabilidad partidista, sino que el ahora gobernador con licencia, Ángel Aguirre, ya había pedido apoyo del gobierno federal por la incursión del crimen organizado en el territorio estatal.

 

“Las fuerzas federales no hicieron nada, hay un destacamento de la Subprocuraduría General de la República (PGR), eran delitos del orden federal, que tenían que ser perseguidos obligadamente por la PGR”, dijo.