El cambio climático avanza a un ritmo preocupante y generará consecuencias graves  e irreversibles si no tomamos medidas contundentes antes de 2030. Esa es la principal conclusión del Informe de síntesis publicado el domingo por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), organismo dependiente de la ONU. El reporte es la evaluación del cambio climático más completa jamás realizada, pues integra las conclusiones producidas por más de 800 científicos y aprobadas por 195 gobiernos.

 

“Tenemos los medios para limitar el cambio climático”, afirmó R.K. Pachauri, presidente del IPCC, quien añadió que “las soluciones son muchas y permiten el continuo desarrollo económico y humano. Todo lo que necesitamos es voluntad de cambio”.

 

La responsabilidad del hombre es innegable. “Nuestra evaluación concluye que la atmósfera y el océano se han calentado, los volúmenes de nieve y hielo han disminuido, el nivel del mar se ha elevado y las concentraciones de dióxido de carbono han aumentado hasta niveles sin precedentes desde hace, por lo menos, 800,000 años”, dijo Thomas Stocker, copresidente del Grupo de trabajo I del IPCC. Los riesgos son particularmente problemáticos para los países menos adelantados y las comunidades vulnerables, dada su limitada capacidad para afrontarlos.

 

La ironía es que muchas de las personas más vulnerables apenas han contribuido y contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero. No será posible afrontar el cambio climático si los distintos agentes anteponen sus propios intereses; sólo se alcanzarán resultados positivos con respuestas colectivas, en particular de la cooperación internacional.

 

 

“La adaptación puede contribuir a disminuir estos riesgos”, señaló Vicente Barros, copresidente del Grupo de trabajo II del IPCC. “Sin embargo, para limitar realmente el peligro es necesario reducir de forma sustancial y sostenida las emisiones de gases de efecto invernadero”. Uno de los mitos en torno al cambio climático es que su combate resulta incosteable para muchos gobiernos y entidades. Falso. El Informe de síntesis concluye que el crecimiento económico global no se vería demasiado afectado por la mitigación de gases.

 

En los escenarios en que se dejan seguir las cosas tal cual, el consumo -indicador del crecimiento económico- crece entre 1.6 y 3% anual a lo largo del siglo XXI. Con una mitigación ambiciosa, esos índices se reducirían en alrededor de 0.06 puntos porcentuales. En comparación con el inminente riesgo de impactos irreversibles del cambio climático, los riesgos de la mitigación son razonables.

 

“La base científica que avala la priorización de la acción respecto del cambio climático es más clara que nunca”, afirmó Pachauri. “No nos queda mucho tiempo antes de que la ventana de la oportunidad de permanecer en el margen de los 2 ºC de calentamiento se cierre. Para tener buenas posibilidades de permanecer por debajo de los 2 ºC a costos razonables, debemos reducir las emisiones entre 40% y 70% a nivel mundial entre 2010 y 2050, y disminuirlas hasta un nivel nulo o negativo en 2100”.

 

El exhorto del IPCC no sólo está dirigido a gobiernos. El cambio climático es un asunto demasiado serio como para dejarlo sólo en manos de políticos. Cualquier empresa que aspire a ser socialmente responsable está obligada a cumplir con los estándares que garanticen su compromiso con el tema. Ninguna marca quiere estar asociada con el daño al planeta. La supervisión de los stakeholders es cada vez mayor. No hay reputación invulnerable a acusaciones sustentadas de daño ecológico. Así sea por mero pragmatismo, las empresas deben actuar frente al cambio climático. Como bien concluyó Pachauri, “la elección está en nuestras manos”.