El cierre de la movilización por la desaparición de 43 estudiantes normalistas resultó contradictorio: mientras los asistentes exigían el cese de la violencia en el país, un grupo de manifestantes agredió al líder moral de la izquierda mexicana Cuauhtémoc Cárdenas, justo cuando se sumaba a la concentración en el Zócalo capitalino, tras haber marchado desde el Ángel de la Independencia.

 

“¡Asesino!” le gritaron algunos mientras arrojaban lo mismo piedras que botellas de plástico y agua a Cárdenas, una figura emblemática del PRD, partido que gobierna el municipio y entidad de donde desaparecieron los estudiantes normalistas.

 

La razón, justificaron algunos, “no queremos la presencia de representantes o simpatizantes de partidos políticos”.

 

Mojado y un tanto pálido por el susto, el ingeniero fue sacado de la Plaza de la Constitución hacia la avenida Pino Suárez. Casi una hora después se informó que Cárdenas se encontraba en su casa sin haber sufrido alguna lesión o golpe producto de la agresión. Sin embargo, Adolfo Gilly, quien acompañaba al ingeniero resultó descalabrado.

 

El secretario particular de Cárdenas Solórzano, Salvador Nava, aclaró en entrevista radiofónica que el líder moral del PRD se encontraba bien. Fueron “los grupos de siempre”, dijo. “Fuimos muy bien dentro de la marcha, pero las cosas bueno, pues están así, el grupo de toda la vida (que lo ataca) lo ha hecho”.