BEIRUT. La lucha es ahora cuerpo a cuerpo en las calles de Kobane.El Estado Islámico (EI) capturó la ciudad kurda en Siria, a poca distancia de la frontera con Turquía, después de un asedio de tres semanas en el que los ataques aéreos de Estados Unidos resultaron ser ineficaces en evitar que EI gane una importante victoria.

 

 

Ayer se registraron fuertes choques, después de que los combatientes irrumpieran la ciudad por el este y el suroeste. Durante los enfrentamientos contra las Unidades de Protección del Pueblo kurdo, los yihadistas se vieron obligados a retroceder por las calles del este, aunque siguen dentro de la población, señaló el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

 

Por la parte suroccidental de la localidad, los radicales tomaron el control de varios edificios del extrarradio en su avance hacia el interior de Kobani.

 

Desde dentro de la urbe, el activista Mustafa Bali dijo que los carros de combate del EI se encuentran tanto en el este como en el suroeste de Kobani y que la batalla se está librando calle por calle.

 

 

En la cercana frontera turca se escuchaban disparos procedentes de la ciudad, en cuyo centro ondeaba aún la bandera kurda. Los combates callejeros continuaron toda la noche, acompañados por disparos de obuses. Sin embargo, otras dos banderas del Estado Islámico flamearon dentro de la ciudad kurda.

 

Mientras, la coalición internacional intensificó los ataques aéreos contra posiciones del EI en Kobani, en un intento de evitar que sus combatientes tomen el control.

 

 

Los aviones de la fuerza multinacional han efectuado una decena de bombardeos en las últimas horas contra concentraciones de yihadistas en el sur y el suroeste de Kobani, así como en el este.

 

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos afirmó que hubo un número indeterminado de bajas en las filas de los extremistas suníes por los bombardeos de la coalición.

 

Los kurdos están presentando una dura resistencia en todos los accesos de la población, aunque poseen armas menos sofisticadas que los radicales, que disponen de armas pesadas y carros de combates.

 

 

Las milicias kurdas son uno de los principales oponentes del EI en Irak y Siria, donde la organización extremista suní proclamó un califato en junio.

 

Kobani, uno de los tres principales enclaves kurdos de Siria, es desde el pasado 16 de septiembre objetivo de una ofensiva del EI.

 

 

Si los yihadistas, que ya ocupan grandes regiones del norte y del este sirio, conquistan totalmente Kobane, la tercera ciudad kurda de Siria, lograrán el control de una larga franja ininterrumpida de territorio en la frontera sirio-turca.

 

Desde esa fecha, de la que ayer se cumplen tres semanas, al menos 412 personas han muerto, la mayoría miembros del EI, según el Observatorio.

 

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, destacó la necesidad de una ofensiva terrestre contra el EI para frenar la toma de Kobani.

 

“Solo con bombardeos aéreos no podréis poner fin a este terror. Si la coalición que cumple esta misión no establece unos movimientos (militares) terrestres, no podrá solucionarlo con ataques aéreos. Así han pasado meses sin resultado”, declaró Erdogan durante una visita a Gaziantep, cerca de la frontera con Siria.

 

Aun así, en su alocución dejó entrever que Ankara no hará nada para evitar que Kobani caiga en manos de los yihadistas.
 

 

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