WASHINGTON. La justicia de Estados Unidos levantó este martes las prohibiciones al matrimonio entre personas del mismo sexo en Nevada, Idaho, Alaska, Arizona y Montana.

 

Este lunes, la Corte Suprema legitimó esos matrimonios en 30 estados de diversas regiones, un incremento sobre los 19 y el Distrito de Columbia anteriormente. Los fallos del lunes liberaron las prohibiciones en Wisconsin, Indiana, Oklahoma, Utah y Virginia. Las autoridades de esos estados habían presentado apelaciones contra fallos de cortes inferiores en busca de preservar sus prohibiciones.

 

En tanto, las parejas de Colorado, Kansas, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Virginia Occidental y Wyoming gozarán del mismo beneficio en el corto plazo, debido a que los estados deberán ajustarse a los mismos fallos.

 

Con la decisión de este martes, el 64% de los estadunidenses viven en estados donde los gays pueden casarse apenas entren en vigor las nuevas medidas.

 

La decisión de rechazar apelaciones de un puñado de estados, incluyendo Virginia, significa que las prohibiciones del matrimonio gay son inconstitucionales en todo el cuarto distrito judicial.

 

Eso significa que prohibiciones similares en Virginia Occidental y Carolina del Norte y del Sur muy pronto serán revertidas en cuanto los jueces en esos estados sigan las órdenes de la corte de apelaciones.

 

 

Continúan pendientes de resolución las impugnaciones de otros 15 estados.

 

 

Primeras bodas en el sur pese a reticencias

 

 

Sin embargo, como sucede en otras batallas de derechos civiles, muchos conservadores sureños parecen determinados a pelear hasta el final.

 

“Hasta que las cortes fallen sobre el asunto, Carolina del Sur seguirá defendiendo al constitución de nuestro estado”, dijo el secretario de justicia estatal, el republicano Alan Wilson.

 

La reacción inicial a los primeros matrimonios homosexuales en la región expuso divisiones sociales tanto entre las ciudades y las áreas rurales, como entre los estados del Atlántico medio —más progresistas— y el sur del país. El secretario de Justicia de Carolina del Norte, por ejemplo, ha dicho que el estado no participará más en una batalla perdida.

 

“El sur, como el resto del país, está cambiando”, dijo William R. Ferris, profesor del Centro de Estudios del Sur Estadounidense en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.

 

“Aceptaremos los matrimonios homosexuales de la misma forma en que aceptamos la desegregación y el fin de la esclavitud”, añadió Ferris. “Estas otras barreras que nos han agobiado están cayendo y la gente en el sur está abierta al cambio”.

 

Los sondeos muestran que el matrimonio gay tiene menos respaldo en el sur que en ninguna otra parte del país, pero la tendencia está cambiando.

 

El sondeo más reciente AP-GfK, en septiembre, mostró que 34% de los sureños favorecen legalizar los matrimonios homosexuales en su estado, comparado con 28% el año previo. En el nordeste, 47% lo respaldan, con 43% en el oeste y 38% en el centro del país.

 

Los progresistas en el sur vieron las bodas el lunes en Virginia como evidencia de que el arco de la historia está tornando en su dirección.

 

Estos fallos judiciales solamente pueden ayudar “a cambiar la cultura en el sur”, dijo la reverenda Nancy Petty, una lesbiana de la Iglesia Bautista de Pullen, en Raleigh. Su congregación fue “desasociada” por la Convención Bautista del Sur en 1992 luego de decidir abrir las puertas a gays y lesbianas y bendecir matrimonios homosexuales mucho antes de su legalización.

 

“Pienso que estos tipos de cambios en la sociedad y la religión indican que nos hemos vuelto una comunidad más tolerante y diversa”, dijo. Eso es importante porque aquí en el Sur tenemos que aprender a vivir con nuestras diferencias, en lugar de pelear por nuestras diferencias”.

 

AH