BRASILIA/SAO PAULO. La presidencia de Brasil se decidirá en una segunda ronda electoral entre la mandataria Dilma Rousseff y el popular exgobernador Aécio Neves, en los comicios más impredecibles desde el regreso de la democracia al país en 1985.

 

Rousseff, del Partido de los Trabajadores, no alcanzó el 50% de los votos que necesitaba para obtener la presidencia sin tener que ir a una segunda ronda electoral y ahora deberá enfrentarse al exgobernador del estado de Minas Gerais, el segundo más poblado del país, el próximo 26 de octubre.

 

Millones de brasileños acudieron a las urnas a votar en un escenario político que aún no estaba exento de sorpresas, como la que propinó el candidato de Partido de la Social Democracia Brasileña, Aécio Neves, en una elección que los analistas la han caracterizado como la más incierta desde que terminó la dictadura militar en 1985.

 

Una campaña agresiva de Rousseff, de 66 años, habría erosionado el apoyo popular con el que contaba Silva, que sólo entró en la contienda presidencial a mediados de agosto después de que un accidente aéreo acabó con la vida del candidato original del Partido Socialista, Eduardo Campos.

 

Se creía que Silva iba a aprovechar el generalizado desprecio que los brasileños sienten por la clase política, cuya ira provocó masivas protestas en todo el país en contra el gobierno el año pasado.

 

Los “indignados” que protestaron con virulencia en junio de 2013 en todo Brasil se volcaron en las elecciones de ayer con Marina Silva, según analistas, pero el escaso peso de este sector fue insuficiente para llevar a la segunda vuelta a la ecologista, muy desgastada en la recta final de la campaña.

 

Silva, de 56 años, no aguantó la andanada de ataques que la mostraron como una política sin convicciones firmes, indecisa y sin el temple necesario para dirigir la quinto economía del mundo; algo que remarcaron los comerciales de Rousseff.

 

“Marina Silva lo intentó pero no fue capaz de transmitir un mensaje de cambio. Sólo respondiendo a los ataques”, dijo Paulo Sotero, director del Instituto Brasil en el Centro Internacional Woodrow Wilson Para Académicos, en Washington. “Hemos visto las campañas negativas, pero nunca a este nivel de ferocidad”.

 

En materia económica, Neves propone atraer la inversión privada, darle autonomía al Banco Central en el manejo de la política monetaria y firmar acuerdos bilaterales de comercio con Estados Unidos y países de Europa y reducir el gasto público.

 

Atender las demandas de ese sector insatisfecho es la tarea pendiente para quien sea el mandatario de la séptima potencia del mundo los próximos cuatro años.

 

Algunas de casillas electorales tuvieron que viajar por barco durante días para llegar a los pueblos distantes de la selva del Amazonas, mientras que otras miles se esparcieron alrededor de la ciudad industrial de Sao Paulo, donde viven más de 20 millones de personas que representan 15% de todos los votantes.

 

Romario escala al Senado

 

RÍO DE JANEIRO. Los votantes de Río de Janeiro eligieron al ex futbolista y diputado Romario de Souza Faria senador de ese estado tras las elecciones presidenciales y legislativas de en Brasil.

Romario, candidato por el Partido Socialista Brasileño (PSB), conseguiría escaño en el Senado con 62% de los votos, de acuerdo con una encuesta a pie de urna divulgada por la TV Globo, seguido a distancia por el candidato Cesar Maia, del partido Demócratas (DEM), que recibiría 22% de los sufragios.

 

El ex futbolista entró en la política hace cuatro años y fue el diputado más votado en Río de Janeiro y ahora aspira a un mandato de ocho años en el Senado.

 

Romario prometió, al votar en las elecciones presidenciales, regionales y legislativas, que hará “un mandato histórico” si gana un escaño en el Senado, como indican los sondeos.

 

“A partir de un resultado positivo en las urnas, voy a cumplir. Espero cumplir esos ocho años y hacer un mandato histórico para Río de Janeiro. Mis ocho años en el Senado serán en alto nivel. No voy a decepcionar”, dijo Romario a periodistas después de ejercer su derecho al voto en una escuela del barrio carioca de Parada de Lucas.

 

Romario, campeón con Brasil del Mundial de Estados Unidos en 1994, del que fue goleador, no reveló a qué candidato votó para la Presidencia, si a su correligionaria Marina Silva o a la actual mandataria, Dilma Rousseff, a quien apoyó en las elecciones de 2010.  (Con información de EFE y AP)