Los daños al ecosistema que provocó el derrame de 40 millones de litros de lixiviados de cobre en los ríos Sonora y Bacanuchi fueron estimados de manera preliminar en mil 800 millones de pesos, reveló el Procurador Federal de Protección al Ambiente.

 

Guillermo Haro Bélchez aseguró que los daños a la flora y fauna a lo largo de 271 kilómetros de cauces naturales se conocerán a mediano y largo plazo, cuando los efectos de los metales pesados sean patentes, a través de un estudio que harán público en unas semanas.

 

“Se cuantificó ya por parte del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, que depende también de Semarnat, el daño inicial y se estimó en mil 800 millones de pesos, aproximadamente”, dijo Haro Bélchez en entrevista radiofónica en Hermosillo y retomada por el diario La Razón, de San Luis Potosí.

 

“Los dictámenes serán públicos en las próximas semanas”.

 

El titular de la Profepa dijo que la estimación contempla los daños a corto, mediano y largo plazo, pero podría actualizarse la cifra.

 

“Mucho del daño final se sabrá, no ahora, si no por los síntomas y por los componentes de los metales, seguramente muchos serán a mediano y largo plazo”, agregó.

 

Haro indicó que Grupo México, como responsable del derrame tóxico, deberá presentar a finales de octubre su proyecto de remediación ambiental en el arroyo Las Tinajas, del Río Bacanuchi y del Río Sonora, así como de la presa “El Molinito”.