BUENOS AIRES. Las fuerzas de seguridad argentinas tratan de localizar a un empresario tunecino, radicado en el país, por su supuesta relación con unos correos electrónicos en los que el grupo yihadista Estado Islámico amenazaba a la presidenta argentina, Cristina Fernández.

 

Según publica el sitio de noticias Infobae, el hombre que está siendo investigado por la Secretaría de Inteligencia (SI) de Argentina es un empresario que se dedicaba a exportar madera como “pantalla” para ocultar actividades ilegales.

 

El periódico Clarín señala que la investigación ha revelado que el sospechoso tenía “contactos frecuentes con grupos islámicos de la ciudad de Baalbek, en El Líbano, y en uno de sus computadoras se encontraron “instrucciones de amenazas contra la Presidencia de la Nación”.

 

Según los medios, la última pista que las fuerzas de seguridad tienen sobre el empresario, químico de profesión y especialista en explosivos, se localiza en la ciudad de Iguazú, en el noreste del país, donde estuvo recientemente.

 

En declaraciones al periódico Pefil, el magistrado Alberto Recondo, encargado de la investigación de los correos electrónicos, confirmó que los mensajes llegaron vía mail al servicio 911, y señaló que “casi con toda seguridad vinieron del exterior”.

 

“Cuando se me informó que las amenazas habían sido al 911, yo creía que se trataba de llamados de voz. Después, cuando se hace la denuncia formal, veo que eran correos electrónicos enviados al correo electrónico del 911”, precisó Recondo, quien explicó que se ha pedido colaboración internacional ya que se trata de un delito informático.

 

Respecto a la veracidad de las amenazas, el magistrado aseguró que el análisis realizado por especialistas sobre la forma y contenido de los correos “nos hace pensar que quien los hizo no es una persona improvisada o un niño jugando”.

 

Por otra parte, el Frente al Nusra, la filial de Al Qaeda en Siria, ha amenazado a los países que integran la coalición internacional contra los yihadistas, en especial a los árabes, con vengarse de sus bombardeos contra territorio sirio.

 

En un vídeo difundido en las últimas horas en foros islamistas, el vocero de este grupo, Abu Firas al Suri, calificó de “países esclavos” a Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Jordania, por participar en los ataques aéreos liderados por Estados Unidos.

 

“Esos gobiernos esclavos prefirieron apoyar la injusticia de los infieles, pero este respaldo tendrá consecuencias y los primeros en conocerlas serán los esclavos”, advirtió Al Suri.

 

“Esta guerra no es contra el Frente al Nusra, es contra el islam”, afirmó el vocero yihadista.

 

En el vídeo, Al Suri insistió en que esperaban los ataques de la “alianza de satanás, sionista-protestante y encabezada por los vaqueros (Estados Unidos)”, pero que están sorprendidos por la implicación de países musulmanes, que “ahora siguen los deseos de sus amos infieles”.

 

Por último, un conductor suicida, supuesto miembro de la organización Al Qaeda, hizo explotar un coche bomba en una base del grupo chií de los hutíes, Ansar Alá (Seguidores de Dios), causando muertos y heridos, en la provincia de Maareb, a 170 kilómetros al noreste de Saná.

 

Una fuente de seguridad, que no precisó el número de víctimas, informó de que la explosión tuvo lugar en un hospital de la zona de Al Yafra que los hutíes utilizan como base, en la autopista que une la capital, Saná, con la ciudad de Maareb.