BARCELONA.- El argentino Lionel Messi ya está acercándose a su verdadero nivel, claro, el que suele exhibir cuando enfrenta a rivales de poca calidad y sin presion, como el Elche en el primer partido de una liga que dura 38 jornadas. En esas circunstancias, brillo y hasta hizo dos goles bonitos, buenos para su equipo porque le evitó sufrimientos por jugar 47 minutos en inferioridad numérica. El juego terminó 3-0.

 

 

Regresó la Liga con la emoción, los goles (16 goles en siete partidos) y la polémica que nunca falta en cada jornada. Con el Barcelona como primer candidato al título en entrar en escena, a la espera de que el lunes juegue el actual campeón, el Atlético de Madrid, que visita Vallecas, y el aspirante Real Madrid que recibe al Córdoba.

 

 

Los focos se dirigían al estreno oficial de Luis Enrique. Mermado en ataque sin estrellas como el brasileño Neymar, lesionado, ni su fichaje estrella, el uruguayo Luis Suárez, a quien aún le quedan meses de sanción.

 

 

En un Camp Nou ilusionado ante el nuevo proyecto. Messi disfrutó de libertad en el campo, para desequilibrar en la zona del nueve, y tuvo un socio inesperado por muchos pero que se ha convertido en apuesta personal de Luis Enrique. Munir El Haddadi, quien pasa de exhibirse en el juvenil a hacerlo en el primer equipo con desparpajo de ‘crack’.

 

 

Dos genialidades de Messi, con control desequilibrante, amagos, arrancada y disparos ajustados al poste, mostraron el camino a un Barcelona que pagó caro un error de Sergio Busquets. Intentó ceder atrás un balón en largo del portero rival y dejó solo al holandés Garry Rodrigues. Lo frenó en falta el argentino Mascherano y el Barça afronto 47 minutos en inferioridad numérica. No le afectó y acabó goleando a un Elche que nunca creyó en sus posibilidades.