En 1924, durante el Congreso del Comité Olímpico Internacional (COI) de París, Francia; delegados mexicanos, cubanos y guatemaltecos alzaron la voz por sus atletas. Con el respaldo del, entonces, presidente de México, Plutarco Elías Calles, y por iniciativa de Alfredo B. Cuéllar y Enrique C. Aguirre, solicitaron al COI la creación de una competencia regional que involucrara a países de Centro América.

 

Dos años después, en 1926, la propuesta ya era una realidad. Los primeros Juegos Centroamericanos se celebraron en la Ciudad de México con la participación de 269 atletas procedentes de sólo tres países, Cuba, Guatemala y México.

 

México 1926

Inicia la aventura

 

La primera edición de los Juegos Centroamericanos tuvo como sede a la Ciudad de México. Del 12 de octubre al 2 de noviembre, participantes de Cuba, Guatemala y los anfitriones compitieron en disciplinas deportivas como atletismo, basquetbol, beisbol, clavados, esgrima, voleibol, tenis y tiro; el registro final fue de 269 atletas.

 

Aunque el Reglamento General del certamen especificaba que en las competencias también podían participar mujeres mayores de 15 años, no hubo intervención femenina de ningún país.

 

La competencia sólo fue reñida entre cubanos y mexicanos, ya que la delegación guatemalteca únicamente compitió en algunas pruebas de atletismo, natación y tiro. México valió su condición de local y lideró en atletismo, natación, tiro, tenis y basquetbol. Mientras que Cuba sobresalió en beisbol.

 

El medallero lo encabezaron los mexicanos con un total de 67 medallas; el segundo lugar fue para Cuba con 44 y Guatemala se situó en tercero con sólo tres preseas. Los atletas más sobresalientes por su desempeño fueron Ramón Fonst, en esgrima, y el clavadista mexicano Federico Mariscal con tres b medallas de oro en las pruebas de plataforma y trampolín.

 

Cuba 1930

La competencia crece

 

Cuba fue la sede para albergar la segunda edición de esta justa centroamericana del 15 de marzo al 5 de abril de 1930. El éxito de la edición anterior, impulsó la incorporación de nuevos país a la competencia. Compitieron un total de 632 atletas de nueve países (México, Guatemala, Panamá, Puerto Rico, Honduras, El Salvador, Costa Rica, Jamaica y Cuba).

 

La localía de los cubanos permitió la suma de victorias en atletismo, beisbol, esgrima, tenis, natación, tiro y, el recién incorporado, futbol. México revalidó su dominio en baloncesto y clavados.

 

En esta edición el público atestiguó la primera participación de una mujer latinoamericana en competencias regionales en un partido de tenis. La ausencia de competidoras obligó a seis tenistas el país anfitrión a enfrentarse entre sí por una medalla.

 

El esgrimista Ramón Fonst se consagró como el gran abaluarte cubano. El panameño Reginald Beckford fue la gran figura del atletismo al sumar dos medallas de oro en los 200 y 400 metros planos y dos de bronce en 100 y 4×100.

 

El Salvador 1935

Retraso involuntario

 

La justa estaba programada para 1934, pero el terremoto que azotó a El Salvador en junio de ese año, obligó a la suspensión temporal. Finalmente, la competencia regional se celebró en 1935 bajo el nombre, por primera vez, de Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe, con el fin de oficializar la participación de las islas caribeñas.

 

El número de competencias creció a 14 disciplinas deportivas con la introducción del box, lucha, equitación y golf. También aumentó el número de atletas con 741 atletas, con la incorporación de mujeres a competencias oficiales como la natación y basquetbol, y en voleibol como deporte de exhibición. Para esta edición, la delegación jamaiquina no pudo asistir, pero en su lugar se incorporó Nicaragua.

 

Sin embargo, mexicanos y cubanos mantuvieron su lugar como potencias deportivas de la región. Ambos países volvieron a repartir las preseas en las disciplinas convocadas, con excepción del golf, donde el atleta Escobar resultó ganador.

 

Por primera vez en esta justa deportiva, un equipo completó se retiró de competencia. El grupo completo de esgrimistas abandonó la disputa de preseas con el argumento de incompetencia y parcialidad del jurado especialista en flote.

 

Panamá 1938

Fiesta a lo grande

 

Panamá ofreció la sede de la cuarta edición de los Centroamericanos del 5 al 24 de febrero de 1938, con lo que regresó la secuencia de cuatro años establecida originalmente.

 

El número de disciplinas se incrementó a 18, con la incorporación del polo acuático, el levantamiento de pesas, frontenis y ciclismo. El sector femenino aumentó su participación en atletismo y esgrima.

 

Además, en Panamá se instauró el Concurso de Bellas Artes con obras relacionadas al deporte y el olimpismo en arquitectura, escultura, pintura, grabados, artes gráficas, literatura y música. También, se realizaron torneos de ajedrez, pentatlón juvenil; un concurso de belleza de atletas juveniles y un congreso de redactores deportivos.

 

Por primera vez, la justa registró un millón 151 participantes, de los cuales 174 fueron mujeres. Colombia y Venezuela se sumaron a las competencias. Guatemala se ausentó por primera vez y Jamaica retornó.

 

En competencia, Puerto Rico fue la gran sorpresa en atletismo al sumar ocho preseas. El beisbol de los cubanos se coronó, invicto, por cuarta vez consecutiva. Basquetbolistas mexicanos y panameños decidieron no jugar su partido de basquetbol por encontrarse “sumamente agotados”.

 

En esta cuarta edición, la Junta General de Delegados decidió adaptar, como emblema de los Juegos, la imagen de tres discos unidos por una jabalina.

 

Barranquilla 1946

Regresan después de ocho años

 

Después de la Segunda Guerra Mundial, que provocó la suspensión de los Juegos de Costa Rica 1942, en diciembre de 1946, Barranquilla, Colombia celebró la edición cinco de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, ante el rechazo de los ticos.

 

Aumentó a 13 el número de países en competencia, entre los que debutaron se encuentra República Dominicana, Curazao (Antillas Holandesas) y Trinidad y Tobago. El total de deportistas sumó un millón 540. Y el programa de disciplinas creció con la incorporación de la gimnasia artística y el softbol para damas.

 

El atletismo ocupó la gran atracción de los juegos por la presencia de estrellas olímpicas de Jamaica como Arthur Wint y Herbert McKenley; y el cubano Rafael Fortún. En el beisbol, el equipo cubano, cuatro veces campeón, ocupó el tercer lugar. México, continuó el dominio en basquetbol al sumar cinco coronas consecutivas.

 

Guatemala 1950

Anhelo cumplido

 

Después de ser uno de los promotores para la realización de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Guatemala logró, en febrero de 1950, inaugurar la edición VI de la justa regional.

 

Haití se integró a las 13 naciones en competencia. La concurrencia total de atletas fue de mil 390. Aunque, el número de disciplinas se mantuvo en 19, se sustituyó frontenis y softbol por equitación y bolos.

 

Puerto Rico volvió a dominar en atletismo en la modalidad de campo con siete victorias, en seis de ellas rompió récords para los Centroamericanos. Las mujeres jamaiquinas destacaron con cinco triunfos en siete pruebas con la corredora Hyacinth Walters en los 50 y 100 metros planos y en el relevo 4×100.

 

México volvió a arrasar en la alberca, tanto en clavados con Joaquín Capilla como en natación con la disputa de 14 de las 15 finales masculinas. Cuba consiguió, de nueva cuenta, la presea de oro en el béisbol y ganó en box, esgrima, gimnasia, en esta última sus atletas se colgaron las medallas de oro, plata y bronce en ocho modalidades.

 

México 1954

Disminuyen los participantes

 

Tras el rechazo de Panamá por realizar la nueva edición de los Centroamericanos, México tomó las riendas de la organización.

 

Tras varios de incrementar el número de atletas participantes. Disminuyó la cantidad de países a 12 y a mil 321 los atletas. La ceremonia inaugural fue en Ciudad Universitaria el 5 de marzo de 1954, con la presentación de un coro de 5 mil jóvenes que interpretaron los himnos Nacional Mexicano y de los Juegos.

 

La superioridad acuática de la delegación mexicana alcanzó el polo. Cuba dominó el atletismo, pero se asentó del béisbol por falta fondos.

 

Caracas 1959

En medio de proceso electoral

 

Las elecciones generales de Venezuela volvieron a alterar la secuencia cuatrienal de los Juegos. Del 6 al 15 de enero de 1959, Caracas organizó los VIII Juegos Centroamericanos y del Caribe con la ausencia de la delegación cubana por problemas políticos. De esta forma, México quedó como el único país presente en todas las ediciones.

 

Para ésta, se mantuvo la cifra de 12 naciones competidoras y disminuyó a mil 150 deportistas convocados. La cifra de disciplinas quedó en 17 al eliminar del programa bolos y golf.

 

Sin Cuba en la justa, México tuvo el campo libre para afianzarse el liderato del medallero, tras dominar en natación, tenis, futbol, voleibol y basquetbol femenino. Venezuela, en su calidad de local, consiguió el segundo lugar general y Puerto Rico, con su labor en atletismo y béisbol, logró el tercer sitio.

 

Jamaica 1962

Apuestan por un país pequeño

 

Después de que la Asamblea General de Delegados anunciara que no había petición de sede y el posterior rechazo a Puerto Rico, Kingston, capital de Jamaica, fue nombrada la sede de los IX Juegos Centroamericanos y del Caribe.

 

Esta edición marcó la incorporación de la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe (ODECABE), cuyo presidente fue el mexicano Jesús Clark Flores, quien, como representante el Comité Olímpico Internacional, había luchado por la estabilidad y desarrollo deportivo de la región.

 

La justa arrancó el 11 de agosto en el Estadio Nacional con el desfile de mil 559 atletas prevenientes de 15 países, máxima cifra hasta ese momento. Bahamas y Barbados aparecieron por primera vez en el certamen. Las disciplinas deportivas descendieron a 16 por la eliminación de la gimnasia y la equitación.

 

Aunque Cuba regresó a la justa, los resultados no fueron favorables, al lograr sólo el tercer lugar del medallero. México volvió a ser el principal ganador, seguido de Venezuela.

 

Puerto Rico 1966

Segunda isla sede

 

A manera de homenaje a la gran tradición deportiva de la isla, San Juan, Puerto Rico, fue la sede de los Juegos de 1966, segunda isla en albergar esta competencia regional.

 

Pese a que intentaron que la comitiva de atletas cubanos no participara en esta edición, la presión internacional permitió la intervención de Cuba y, con ello, la oportunidad de batir récords de asistencia con 18 países y mil 689 deportistas.

 

Durante las pruebas, impresionaron el saltador guatemalteco Teodoro Flores Palacios, al sumar su tercer título consecutivo en salto de altura; y hermanos puertorriqueños Rolando y Rubén Cruz, ganadores en pértiga de oro y plata respectivamente.

 

México defendió su prestigio y volvió a encabezar el medallero. Los anfitriones obtuvieron el tercer lugar general de la mano de su nadadora, Ann Lallande, quien fue declarada reina de los Juegos al sumar 10 medallas de oro.

 

Panamá 1970

Rompe récord de asistencia

 

Con una ceremonia inaugural celebrada el 28 de febrero de 1970, la edición XI de los Juegos Centroamericanos y del Caribe rompió récord de participación al incorporar a 20 naciones. Por primera vez, se unieron Suriname y Belice.

 

El número de atletas sobrepaso los dos mil asistentes, aunque el programa de disciplinas disminuyó a 16, tras la salida del tenis y las velas, pero con el retorno de la gimnasia.

 

Estos juegos fueron catalogados como “Los Juegos de Cuba” por la superioridad de su delegación. Los cubanos dieron ese gran salto con la ayuda de su gobierno y la instauración de políticas públicas para incorporar el deporte como un derecho ciudadano.

 

Ejemplo de tal supremacía fue el equipo cubano de polo acuático que ganó sus ocho partidos con marcadores abultados, para un total de 139 goles anotados y sólo una anotación en contra.