SAO PAULO.  Miles de personas prestaron hoy en Recife los últimos homenajes al candidato socialista brasileño Eduardo Campos, muerto el miércoles en un accidente de avión en Santos, y cuyo restos mortales sólo fueron completamente identificados ayer.

 

Desde primera hora de la madrugada, ciudadanos esperaban a las puertas del Palacio das Princesas, sede del Gobierno de Pernambuco, donde es velado Campos, hasta el miércoles cabeza del Partido Socialista Brasileño (PSB).

 

Junto con el político también fueron velados los restos mortales del periodista Carlos Percol y el fotógrafo Alexandre Severo, quienes se encontraban en la aeronave en el momento del accidente ocurrido en Santos, a unos 70 kilómetros de Sao Paulo.

 

Cantando el himno de Pernambuco, con banderas del PSB o camisetas en la que se podía leer “No vamos a desistir de Brasil” -una de las últimas frases pronunciadas por Campos-, un multitud se acercó hasta el Palacio de las Princesas, escenario elegido para homenajear al también exministro de Ciencia y Tecnología.

 

“Eduardo fue un gran hombre como persona, como político”, se podía leer en uno de los mensajes dejados por los ciudadanos junto al féretro, cubierto con la bandera de Brasil y del estado de Pernambuco, del que fue gobernador.

 

Los restos mortales de Campos llegaron poco después de las 23.00 hora local (02.00 GMT) del sábado a la base aérea de Recife procedentes de Sao Paulo, donde ayer fueron concluidos los trabajos de identificación de los cuerpos de las víctimas, destruidos debido al fuerte impacto del avión.

 

Familiares, amigos y correligionarios del socialista, entre ellos Marina Silva -probable sucesora de Campos como candidata a la presidencia por el PSB-, esperaron el ataúd del político en la base aérea.

 

Tras recorrer diferentes barrios de la ciudad, el cortejo fúnebre llegó sobre las 02.00 hora local (05.00 GMT) a la sede del Gobierno de Pernambuco, donde comenzó a ser velado por familiares y centenares de ciudadanos a pesar de la lluvia que cayó durante la madrugada.

 

Una vez concluido el velorio se celebrará una misa al aire libre, en la que se esperan unas 150.000 personas, entre ellas la presidenta Dilma Rousseff, candidata a la reelección, y posteriormente tendrá lugar el sepelio.

 

Campos será enterrado al lado de su abuelo Miguel Arraes, reconocido líder de izquierda en el estado de Pernambuco, quien murió el 13 de agosto de 2005, exactamente nueve años antes que su nieto.

 

MG