El millonario pequinés Ren Ningning, decidió invertir en la industria de los caballos para convertir China en uno de los mayores centros ecuestres en el mundo.

 

En el mundo de las carreras de caballos, los centros más conocidos son Inglaterra, Dubai, París y Kentucky. Pero en los próximos 10 años, Ren cree que puede convertir a China en el próximo gran centro ecuestre del mundo, rivalizando con cualquiera de ellos.

 

“Quiero criar los mejores caballos, mejores jinetes, y tener las mejores carreras en China”, expresó el multimillonario.

 

Cabe recordar que las carreras de caballos y las apuestas son ilegales en el país asiático, por lo que sólo se permite elegir el número de un caballo y si gana la carrera, no reciben un premio en efectivo.

 

La emoción de estudiar las probabilidades, la colocación de una apuesta y ganar una trifecta es la esencia en las carreras de caballos que es difícil imaginar el deporte sin ella.

 

Sin embargo Ningning y muchos empresarios  están convencidos de que en los próximos años, las regulaciones chinas sobre las carreras de caballos pueden  cambiar, haciéndose más flexible y permitiendo apostar a los caballos.

 

Según el diario estadunidense The Wall Street Journal, en el país hay muchas pistas abandonadas, suelen ser ocho las oficiales abiertas para las carreras nacionales, incluyendo tres en Mongolia Interior, una en Chengdu, y uno en Shanghai.

 

Las carreras informales también se organizan de vez en cuando entre los propietarios de caballos como Ren y otros inversores. A veces hay juegos de azar en las carreras, que se organizan por clubes de carreras en todo el país, aunque las apuestas están muy debajo de la mesa o entre amigos.

 

En 2013 fueron importados a China mil 730 caballos, lo que significa un aumento del 64 por ciento a partir de 2010, de los cuales 94 fueron comprados por el Ningning.

 

Los empresarios sostienen que China está perdiendo ingresos masivos por no permitir las apuestas de caballos, pues de acuerdo con consultora Deloitte, los centros de carreras de Estado Unidos, Francia y Reino Unido, registraron más de 450 millones de dólares en ingresos fiscales en 2012.

 

En tanto promotores privados siguen adelante con los planes ambiciosos construidos en la esperanza de que algún día permitan Beijing apuestas de caballos , señaló el diario estadounidense. (con información de The Wall Street Journal y AGICOSnews)