El cambio climático está alterando la distribución geográfica, la estacionalidad y la incidencia de padecimientos que se encuentran entre las principales causas de muerte entre niños, como son la desnutrición, las enfermedades diarréicas y las males transmitidos por vectores, como la malaria, reveló el informe “Retos del cambio climático: los niños en la línea de frente”, publicado este jueves por la Unicef.

 

De acuerdo con el reporte, el cambio climático incrementó el número de casos de estas enfermedades entre 3% y 10% en el mundo, afectando principalmente a menores de edad. Según cálculos del organismo adscrito a la ONU, del total de muertes atribuidas a los efectos del cambio climático en el mundo, 99% sucede en países en vías de desarrollo, y de éstas, ocho de cada 10 son de infantes.

 

Es tal el impacto del cambio climático en la salud de los niños que Unicef calcula que en la próxima década 175 millones de menores de edad van a padecer directamente los efectos del cambio climático, tan sólo en naciones pobres de África y Asia, y de ellos 250 mil morirán cada año a consecuencia del fenómeno.

 

Este aumento de muertes atribuibles a los cambios del clima global en países en desarrollo se debe también a la exacerbación de los fenómenos meteorológicos extremos, agrega el informe, lo que propicia afectaciones a la seguridad alimentaria, al acceso al agua potable y al saneamiento.

 

De acuerdo con Unicef, los niños, recién nacidos e, incluso, los fetos, son especialmente susceptibles a traumas físicos y psicológicos, la privación nutricional, agentes infecciosos y contaminantes del medio ambiente, debido a su fisiología, desarrollo dinámico y sistemas de defensa inmaduros. Por lo tanto, pueden verse afectados por las exposiciones ambientales que no tienen efectos tan drásticos en los adultos.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que un tercio de las enfermedades a nivel mundial es causado por factores ambientales y que 40% de esta carga de padecimientos afecta a niños menores de cinco años.

 

Para el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, los países tienen la obligación de establecer nuevas medidas para mitigar el cambio climático, sobre todo en el marco de la renovación de los Objetivos del Milenio, la agenda de desarrollo de Naciones Unidas y la cumbre COP21 en París, el próximo año, en las cuales deben integrar a los niños como parte de la discusión.

 

“El reto del cambio climático es enorme y requiere una respuesta urgente por parte de todas las generaciones, y los últimos que tendrían que estar excluidos de esa acción son los niños porque son ellos los que van a heredar el planeta”, señaló.