LONDRES. Sayeeda Warsi, ministra de la cancillería, escribió al primer ministro David Cameron que “no puedo seguir apoyando” la política del gobierno y fue explícita al remarcar que la política británica es “moralmente indefendible”.

 

Warsi ha usado recientemente su cuenta de Twitter para expresar sus inquietudes. Uno de sus mensajes decía: “Dejemos de justificar el asesinato de niños. Cualquiera que sea nuestra política, no puede haber justificación, sólo pesar”.

 

Warsi fue nombrada copresidenta del Partido Conservador por David Cameron después de las elecciones generales de 2010, pero fue asignada a la Oficina del Exterior en una medida que fue vista como una degradación.

 

La hoy exministra escribió una carta a Cameron explicándole que: “Las pruebas preliminares con las que trabaja el Ministerio de Interior muestran las repercusiones que tendrá el conflicto y el potencial de que la crisis en Gaza, así como nuestra respuesta, sean la base para una radicalización que podría tener consecuencias para nosotros en los próximos años”, sostuvo la política conservadora.
La respuesta de David Cameron no se hizo esperar y dijo que “la situación en Gaza es intolerable” y opinó que la postura de su ejecutivo a ese respecto ha sido “siempre consistente y clara”.

 

“Creemos, por supuesto, que Israel tiene derecho a defenderse. Pero hemos dejado claras nuestras serias preocupaciones sobre el alto precio en víctimas civiles y hemos hecho un llamamiento a Israel a actuar con moderación, así como a encontrar caminos para conducir este enfrentamiento hacia su final”, señaló Cameron en una carta dirigida a Warsi.

 

“Apoyamos una solución negociada de dos Estados como el único modo de resolver este conflicto de una vez por todas y que palestinos e israelíes puedan vivir en paz y con seguridad”, dijo el jefe del gobierno británico.

 

Cameron, que asistió el lunes en Bélgica a los actos conmemorativos del centenario de la Primera Guerra Mundial y hoy retomó sus vacaciones en Portugal, agradeció a la que fue ministra sin cartera de 2010 a 2012 su “excelente” trabajo y le agradeció haber sido uno de los “primeros apoyos” que encontró en su “campaña hacia el liderazgo” de la formación, en 2005.

 

El ministro de Exteriores británico, Philip Hammond, que dejó la cartera de Defensa en julio para sustituir a William Hague al frente del Foreign Office, mostró su sorpresa por el “momento particular” en el que Warsi presentó su renuncia.

 

“Estamos viendo por fin algunas mejoras, algún progreso en los problemas por los que (Warsi) está tan apasionadamente preocupada”, afirmó Hammond.

 

El responsable de Exteriores criticó a “aquellos que piden que se haga más diplomacia de megáfono” y que aspiran a que “se ofenda un poco más a alguno de los bandos”.

 

“Yo digo que es más importante lograr los resultados que todos queremos ver”, dijo Hammond, que la pasada semana acusó a la oposición laborista de “jugar a hacer política” ante sus críticas a la posición del Gobierno respecto a la ofensiva militar de Israel.

 

El líder laborista, Ed Miliband, sostuvo que la hasta ahora secretaria de Estado ha actuado con “principios e integridad” y señaló que espera que Cameron “reflexione sobre lo que ha escrito en su carta de renuncia”.

 

 

ONU pide a Israel que asuma su responsabilidad

 

 

GINEBRA. La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, solicitó a Israel que asuma sus responsabilidades por “las crecientes evidencias de crímenes de guerra” perpetrados por el ejército israelí en Gaza.

 

En un comunicado, Pillay destacó “la necesidad ahora más que nunca de que se asuman responsabilidades por las crecientes evidencias de crímenes de guerra y un número nunca visto de víctimas civiles, incluyendo 250 niños”.

 

Condenó el bombardeo de una escuela de la ONU el pasado 30 de julio por parte del ejército israelí, así como otros ataques en colegios, hospitales, centros de culto e infraestructuras vitales como plantas eléctricas en Gaza.

 

“Seis escuelas de la ONU han sido atacadas. El bombardeo de escuelas de la ONU que causó la muerte de mujeres y niños asustados y hombres civiles, incluyendo personal de Naciones Unidas, que buscaban refugio para apartarse del conflicto y de actos horrorosos pueden considerarse crímenes de guerra”, dejó claro Pillay.

 

“¿Si los civiles no pueden refugiarse en escuelas de la ONU, dónde pueden estar a salvo? Abandonan sus casas para salvarse y son atacados donde se han refugiado. Esta es una situación grotesca”, agregó la Alta Comisionada.

 

 

Los pájaros volvieron a cantar

 

 

GAZA/Jerusalén. Gaza recobró por primera vez en un mes el silencio, después de que entrara en vigor un alto el fuego de 72 horas que ha permitido a sus habitantes ver el grado de devastación en las calles tras la retirada de las tropas israelíes.

 

 

Los combates tocaron finalmente a su fin esta mañana tras 29 días de sangrientos enfrentamientos, devolviendo un alivio momentáneo rodeado de enorme escepticismo a ambos lados de la frontera, después de que anoche en El Cairo se anunciara que las partes se avenían al enésimo intento de cesar las hostilidades.

 

 

La Franja palestina registra en la última ofensiva israelí el récord de mil 867 fallecidos y 9 mil 563 heridos, en su mayoría civiles, desde que el 8 de julio Israel inició la operación militar, según datos del Ministerio palestino de Sanidad.

 

 

La Agencia EFE pudo constatar la apertura desde primera hora de la mañana de numerosos comercios en la ciudad de Gaza, al tiempo que la población salía de sus casas y refugios improvisados para deambular, aunque con miedo, por las calles mientras los mercados y el tráfico rodado recobraban poco a poco su actividad.

 

 

La tregua dio comienzo en la zona a las 8:00 hora local y ha sido respetada durante la jornada por ambas partes, a pesar de que horas antes de su entrada en vigor sacaran músculo en un intento por demostrar quién tiene la última palabra en el conflicto.

 

 

Los hospitales de la Franja están literalmente colapsados por el alto número de víctimas y se teme que puedan aumentar en los próximos días cuando se remuevan los escombros de las casas bombardeadas, más de un millar hasta sus cimientos.

 

 

La reconstrucción de Gaza, donde los daños materiales han sido valorados en más de 5 mil millones de dólares, llevará varios años, y dependerá de si, en el marco de las negociaciones en Egipto para una tregua permanente, Israel levanta el bloqueo impuesto a la Franja en los últimos siete años.

 

 

Los daños son particularmente notables en el norte y este, zonas a las que las fuerzas israelíes llegaron con blindados y donde se produjeron intensos combates que costaron la vida a casi medio centenar de militares, de los 64 que han muerto desde el inicio de la fase terrestre de la operación, el 17 de julio.

 

 

Además tres civiles, dos israelíes y un tailandés, fallecieron en Israel por el impacto de cohetes disparados desde Gaza.

 

 

El alto el fuego entró en vigor tras la retirada de madrugada de las últimas tropas israelíes que permanecían dentro de la Franja, principalmente en el sur y junto a la línea fronteriza.

 

 

Su repliegue ha sido posible gracias a que el ejército de Israel completó la destrucción de unos 32 túneles cavados por las milicias armadas en Gaza con el objeto de atacar blancos israelíes, principal misión de la invasión por tierra de la Franja.

 

 

Israel cifra en 4 mil 800 los objetivos alcanzados en la Franja durante la operación que denominó “Margen Protector” y que, en un primer momento, tuvo como objetivo impedir el lanzamiento de proyectiles contra su suelo.

 

 

Un parte militar difundido cifra en 3 mil 356 los cohetes y proyectiles disparados desde Gaza hacia Israel en el último mes y asegura que unos 900 individuos involucrados en los combates han sido abatidos por fuerzas israelíes.

 

 

“Hoy escuchamos el canto de los pájaros por primera vez en mes y medio”, explicó a la Agencia EFE Tamara Cohen desde la comunidad rural israelí Ein Habsor, del Concejo Regional de Eshkol, situada a 6 kilómetros de la frontera con Gaza.

 

 

Madre de dos niñas de las que no se ha separado en todo ese tiempo y con las que ha dormido en un cuarto blindado de su casa, Tamara cree que “los soldados salieron demasiado pronto de Gaza. Vivimos un silencio extraño tras una guerra, pero esto volverá”.

 

 

Aunque no escuchó sirenas, ni el impacto de morteros, ni el atronador disparo de los tanques, la población israelí también se mostró intranquila ante la situación y los antecedentes fallidos de alto el fuego.

 

 

“Hoy les dije a mis hijas: ‘vamos a la alberca, podemos salir’. Pero una de ellas me contestó: ‘aún no, tengo miedo'”, expuso la mujer.