DENVER. Denver ha ofrecido hacerse cargo de algunos de los niños migrantes que han abrumado la frontera texana con México en meses recientes.

 

 

El gobierno municipal anunció el martes que ha pedido 12 millones de dólares durante tres años al gobierno federal para ofrecer albergue, asesoría y otros servicios a 60 niños. Si la oferta se acepta, los niños vivirían un promedio de un mes en un albergue familiar llamado Family Crisis Center.

 

 

Funcionarios municipales habían dicho antes que estaban estudiando la posibilidad de solicitar los fondos.

 

 

Otras ciudades, como San Luis, también han solicitado fondos. Mientras tanto, el gobernador de Maryland, Martin O’Malley, alienta a las organizaciones a solicitar fondos para atender a los menores.

 

 

Michael Hancock, alcalde de Denver, expresó en un comunicado que ayudar a más de los 57 mil menores solos que han cruzado la frontera provenientes de Salvador, Honduras y Guatemala es la decisión correcta.

 

 

“Denver es una ciudad caritativa y que da la bienvenida a otros, y no daremos la espalda a estos niños necesitados —no importa de dónde vengan— si hace falta que ayudemos”, dijo Hancock en el comunicado, que también incluyó el apoyo al plan de la representante federal Diana DeGette, varios concejales y Dan Ritchie, ex rector de la Universidad de Denver.

 

 

El gobierno municipal trabajaría con su hospital público, Denver Health, y con la organización luterana de servicios sociales, para hacerse cargo de los menores, y las autoridades enfatizaron que no se usarían fondos de los impuestos municipales.

 

 

Ariel Clinical Services, una agencia privada de Grand Junction que coloca a menores en problemas en hogares sustitutos, también ha solicitado autorización para asignar algunos de los niños a hogares en la zona de Denver.

 

 

Por lo menos 220 niños centroamericanos ya han sido enviados a Colorado para vivir con familiares y otros, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos.