El Autódromo Hermanos Rodríguez será uno nuevo y muy diferente al que existe en la actualidad cuando terminen las obras de renovación que comenzaron ayer para cumplir el sueño de regresar a México una prueba de Fórmula Uno tras 23 años de que se realizó la última, con una inversión de más de 70 millones de dólares.

 

Los cambios en el trazado de la pista incluyen algunas modificaciones que restarán velocidad al circuito, pero añadirán emoción, al agregarse trazos nuevos, suavizarse la zona de las eses y hacer un cambio ligero a las dos curvas que sustituyeron a la famosa curva peraltada, en donde se modificarán y renovarán las tribunas permanentes que tienen asientos para 42 mil personas.

 

Se construirá un nuevo edificio en lo que se conoce como la zona de paddock, y es donde se instalan los participantes de las carreras, separados del público. En ese edificio se instalarán suites de lujo, con máximo confort.

 

También se construirá una nueva torre de control con lo más moderno en tecnología, que ni remotamente tiene qué ver con lo que se utilizaba en 1992, el último año que se corrió aquí, cuando Nigel Mansel ganó el último Gran Premio de México.

 

La superficie entera de la pista de 4 mil 580 metros será rencarpetada, lo que supone 80 mil metros cuadrados, más otros 22 mil metros cuadrados en la citada zona del paddock, donde habrá un club para 5 mil espectadores. Las juntas serán hechas con polímeros.

 

Van a renovar las gradas permanentes que existen y que son para 42 mil aficionados e instalarán Y renovarán gradas temporales para 75 aficionados. Además, habrá tres puentes peatonales nuevos, una zona de prensa de clase mundial, porque a estos eventos asisten los principales medios de comunicación del mundo.

 

Habrá una capilla nueva y una unidad de servicios médicos de emergencia.

 

Con los cambios y adecuaciones, habrá espacio para 120 mil espectadores sentados más 30 mil en admisión general, con lo que esperan conseguir 26 millones de dólares en entradas, para que los aficionados vayan haciendo su cochinito, porque no van a ser nada económicas. En promedio, el boleto de entrada a las competencias de Fórmula uno cuesta 375 dólares, unos 4 mil 900 pesos. No es para menos, puesto que la Fórmula Uno es la máquina menor aceitada del mundo del deporte para hacer dinero. Sus ingresos cada año superan los mil 200 millones de dólares, y eso es mucho decir considerando que se trata de una organización que tiene propietarios, y no una asociación de equipos, clubes o federaciones.

 

México aportará 42 millones de dólares para poder entrar en el selecto grupo de ciudades que organizan una carrera al año, de los cuales la mayor parte saldrán de manos privadas, pero unos 16 millones se estima que podrían salir de dinero público. No obstante, se espera una derrama de 2 mil millones de dólares en los cinco años en los que se tiene seguro el Gran Premio de México.