OWINGS MILLS, Maryland. Ray Rice acomodó frente al micrófono, respiró profundo y habló durante 17 minutos de lo que llamó “el error más grande de mi vida”.

 

Su arresto por violencia doméstica contra su entonces prometida en febrero pasado es algo que Rice sabe que lo perseguirá por mucho tiempo después que haya terminado su carrera en la NFL.

 

“Mis acciones esa noche fueron inexcusables”, dijo el jugador en sus primeras declaraciones públicas desde que fue suspendido dos juegos por la NFL.

 

Rice se refería al video en el que aparece arrastrando a Palmer, ahora su esposa, de un elevador en un casino de Atlantic City.

 

Durante la conferencia de prensa, varios de sus compañeros de equipo estuvieron presentes como muestra de apoyo al jugador, que es líder de la franquicia en yardas totales y segundo en la historia en yardas por tierra, solo detrás de Jamal Lewis.

 

“Fue la primera vez que sucedió. Nunca he tenido problemas de violencia doméstica. Fue un incidente aislado” finalizó el jugador.