El Museo Nacional de las Culturas ofrecerá el próximo 30 de julio un taller de tatuaje japonés, además de un recorrido por la exposición temporal Cuerpos adornados. Belleza efímera , dedicada al ornato corporal.

Al filo de las 18 horas comenzará el taller “Estampa de amor, tatuaje japonés” como parte del programa Noche de Museos que realiza el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Durante esta noche, las salas de exhibición permanente del recinto de Moneda 13, Centro Histórico, permanecerán abiertas de 18:00 a 22:00 horas.

El público podrá escuchar  explicaciones e historias acerca del tatuaje japonés y otras formas de adornar el cuerpo en diversas culturas del mundo y posteriormente tendrán oportunidad de realizarse un tatuaje temporal con henna, seleccionando un grabado de figuras japonesas como la flor del cerezo, el pez koi o el mítico dragón.

El arte del diseño

En Japón la práctica de tatuar data desde la época prehistórica, según se ha comprobado en algunos cuerpos hallados en antiguas tumbas de ese país oriental, explicó Laura López Zetina, asesora educativa del museo y encargada de impartir el taller.

Reproduccion cortesana Tsukioka de Ichirakutei Eisui_1789_1801_Xilografía_tintas sobre papel_JapónDespués del siglo XVIII, el tatuaje cobró auge debido a que los artistas que grababan en madera también comenzaron a plasmarlos en la piel; por esa razón, usaban muchas de las herramientas utilizadas en la madera para marcar a las personas, como cinceles, gubias y un colorante conocido como tinta nara o negro nara, el pigmento que se vuelve verde-azulado bajo la piel, añadió Zetina.

Laura López dijo que también los japoneses marcaban como castigo líneas en los brazos, antebrazos y piernas de los presos para estigmatizarlos en la sociedad; pero algunos, después de purgar sus condenas y salir de la cárcel, se hacían tatuajes encima de las marcas para cubrirlas.

Los diseños de dichos tatuajes no eran pequeños ya que se trasladó la pintura tradicional a los cuerpos dando por resultado dibujos grandes que revestían en su totalidad espaldas, pechos y costillas. Gracias a esta actividad es que se cree que el tatuaje de cuerpo entero proviene del querer ocultar los sellos de castigo.

En Japón, los tatuajes eran asociados con grupos mafiosos, como la yakuza que a pesar de estar fuera de la ley poseía un estricto código moral para defender a la gente común. Estos tatuajes, que tardan mucho tiempo en ser terminados, expresan sus ideales y muestran la valentía del poseedor, además sirven para mostrar lealtad de por vida a la banda o clan al que pertenece.

También lo usaban los portadores de palanquines, un antiguo transporte oriental, que se tatuaban la espalda porque creían que era agradable para su cliente. Los bomberos, considerados héroes, se tatuaban peces y dragones marinos como una forma de conjurar el fuego y pedir una protección.

Noche_museos_tatuaje“Estampa de amor”

Al referirse al título del taller “Estampa de amor”, Zetina destacó que se debe a que estas marcas se aplicaban en los prostíbulos, donde las mujeres tenían la costumbre de tatuarse el nombre de su amado. En aquella época, los dibujos en la piel representaban un gran compromiso emocional y cada diseño se asociaba a un atributo que pasaba a formar parte del individuo tatuado.

Era común que los amantes llevaran cada uno la mitad de un tatuaje: figuras o escenas que al juntarse formaban una sola imagen. También se formalizaba una relación delante de los dioses mediante tatuajes creados en el templo.

“Estampa de amor, tatuaje japonés” se impartirá el 30 de julio, a las 19:00 horas, en el Museo Nacional de las Culturas (Moneda 13, Centro Histórico). Entrada gratuita. 5542-0422, ext. 116.