LOS ANGELES. Los estados de Estados Unidos comienzan a fragmentarse sobre la forma en que reaccionan a la crisis humanitaria que viven miles de menores de edad centroamericanos. Por ejemplo, el gobierno de Maryland trabaja para encontrar albergue temporal en ese estado para ayudar a niños inmigrantes.

 

El Departamento de Servicios Humanos de Maryland emitió una declaración el lunes para ubicar a proveedores autorizados que puedan cuidar a niños no acompañados. Será publicada el 25 de julio en el Maryland Register, una publicación del gobierno que es emitida cada dos semanas para suplementar temporalmente el código de regulaciones del estado.

 

El gobernador Martin O’Malley, un demócrata que pondera presentarse a las elecciones presidenciales de 2016, expresó claramente su posición sobre el asunto de los niños inmigrantes en una reunión de la Asociación Nacional de Gobernadores en Nashville, Tennessee.

 

O’Malley le dijo a reporteros: “No somos un país que deba rechazar a niños y enviarles de regreso a una muerte segura”.

 

También reaccionó positivamente el ayuntamiento de Los Ángeles que coordinará con las autoridades federales y organizaciones locales sin ánimo de lucro para ayudar a convertir la ciudad en un destino para los niños inmigrantes detenidos después de cruzar la frontera, anunció el miércoles el alcalde Eric Garcetti.

 

El alcalde señaló que fondos federales pagarían por la representación legal y el albergue temporal, mientras que las organizaciones locales sin ánimo de lucro ayudarían a encontrar hogares para los menores.

 

El periódico Los Angeles Times informó que el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos se ha comunicado con la ciudad, pero el alcalde dio pocos detalles sobre lo que implicaría acomodar a los niños o cuándo sucedería.

 

Garcetti dijo que depende de las entidades locales mantener a los niños en algún lugar seguro mientras el gobierno federal resuelve cómo hacer frente a los jóvenes inmigrantes.

 

Frente a la apertura de Maryland y Los Angeles, estados como Delaware y Connecticut mantienen una postura contraria.

 

El gobernador de Delaware Jack Markell dijo que el estado no tiene instalaciones públicas equipadas para albergar a algunos de los numerosos niños no acompañados.

 

El periódico The News Journal of Wilmington informó que el gobierno de Barack Obama le ha pedido a Delaware, entre otros estados, ayuda para albergar a los menores.

 

Sin embargo, Markell dijo que no piensa que el estado tenga instalaciones apropiadas para ayudar.

 

Dijo que las organizaciones privadas pueden albergar a los niños si lo desean, pero que él esperaría ser informado si el gobierno federal envía niños a Delaware.

 

En la misma línea reaccionó Connecticut. Sus autoridades rechazaron una solicitud federal para albergar temporalmente hasta 2 mil niños migrantes centroamericanos en una instalación que está prácticamente vacía y donde viven adultos discapacitados.

 

La oficina en Nueva Inglaterra de la Administración General de Servicios solicitó a comienzos de este mes rentar espacio en la Escuela de Entrenamiento Southbury entre seis meses y un año.

 

En correos electrónicos enviados a autoridades estatales, las autoridades federales dijeron que ellos planeaban cubrir los gastos y que el único costo para Connecticut sería “mantener la viabilidad de las instalaciones mientras estén en uso”.

 

Patrick M. O’Brien, director asistente de la Oficina de Administración de Bienes, respondió en un mensaje electrónico rechazando la propuesta. El funcionario dijo que la instalación no es apropiada debido a su tamaño, condiciones deterioradas, complejos procesos estatales para usar el excedente de la propiedad y el hecho de que todavía viven personas en Southbury.

 

“Desafortunadamente, no tenemos la capacidad de ayudarlos en su esfuerzo para albergar a esos individuos”, escribió.