El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, llamó hoy a los 33 países de este organismo donde aún tiene vigencia la pena de muerte a abolirla, pues a su juicio no tiene cabida en el siglo XXI.

 

En un acto organizado en la sede de la ONU, Ki-moon indicó que la abolición de la pena de muerte, o la suspensión de su práctica, suma cada vez a más países del mundo.

 

Hace 25 años, sólo una cuarta parte de los Estados miembros de la ONU habían abolido la pena de muerte, en tanto que 160 de las 193 naciones que la integran en la actualidad la han eliminado de sus legislaciones o la han dejado de aplicar.

 

Ki-moon llamó a los 33 estados que aún mantienen en vigencia este castigo a que se adhieran a la resolución adoptada por la Asamblea General en 2007 en torno a la moratoria en el uso de la pena de muerte.

 

Destacó que a menudo, la pena de muerte es aplicada de manera sesgada, contra las poblaciones más vulnerables de una sociedad: pobres, minorías étnicas o de otro carácter, que con frecuencia carecen de una efectiva representación legal.

 

“Estas prácticas discriminatorias en la imposición de la pena de muerte refuerzan aún más el llamado para su abolición universal”, manifestó.

 

El titular de la ONU se dijo preocupado en particular porque algunos países aplican la pena de muerte para delitos que no están catalogados en el derecho internacional entre los más graves, como tráfico de drogas, relaciones sexuales consensuales y apostasía.

 

También expresó su preocupación respecto a 14 estados miembros de la ONU que contemplan la pena de muerte para niños, así como por lo que llamó “el nuevo fenómeno” de dictar sentencias masivas.

 

Ki-moon mencionó igualmente que con frecuencia las sentencias son equivocadas, y que personas que más tarde se ha demostrado son inocentes son condenadas a morir.

 

“La pena de muerte no tiene cabida en el siglo XXI. Juntos podemos finalmente terminar con esta práctica cruel e inhumana en todo el mundo”, enfatizó.