Estados Unidos utiliza aviones no tripulados armados para sobrevolar Bagdad y proteger su embajada en la capital iraquí y a los asesores militares desplegados en el país, informó hoy el Pentágono.
Según indicó en una rueda de prensa el portavoz del Pentágono, el contraalmirante John Kirby, los drones que están armados están solo pensados “para la protección de los asesores militares desplegados en el país, así como el personal en la embajada”.
Kirby descartó que este paso de utilizar drones armados, que hasta el momento solo volaban para labores de reconocimiento y vigilancia, no tiene nada que ver con la posibilidad de que el presidente estadounidense, Barack Obama, vaya a ordenar ataques aéreos contra yihadista que amenazan la estabilidad del país.
Los drones están armados con misiles “Hellfire” y han sido movilizados desde Kuwait, según The New York Times.
Hasta el momento, Estados Unidos estaba sobrevolando Irak solo con drones de vigilancia, sin misiles, para recabar inteligencia sobre movimientos de los yihadistas suníes del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), que han avanzando desde Siria y amenazan Bagdad.
Con este movimiento, el Pentágono eleva el perfil militar de sus aviones no tripulados con la intención de defender su embajada en Bagdad y a los miembros de fuerzas especiales que han sido desplegados fuera de fortaleza de la legación diplomática.
Estados Unidos tiene cerca de 500 militares desplegados en su embajada en Bagdad y en los centros de operación conjuntos que el presidente estadunidense, Barack Obama, ordenó abrir con las fuerzas iraquíes para evaluar la situación sobre el terreno.
Con la llegada de nuevos miembros de las fuerzas especiales a Irak, Estados Unidos ha desplegado ya fuera de su embajada a unos 180 militares y tiene previsto aumentar la misión con el desplazamiento de asesores militares en el norte de Irak.
Estos asesores no tienen un rol de combate y su principal objetivo es recabar inteligencia y conocer mejor el nivel de cohesión de las Fuerzas Armadas iraquíes, que ha salido en desbandada en algunas zonas tomadas por el EIIL.
La milicia suní del EIIL ha aprovechado el descontento de la minoría suní con el primer ministro iraquí, el chiíta Nuri al Maliki, para ganar terreno en zonas con mayoría de esa secta del islam.
Mientras tanto, el desunido Ejército iraquí ha dado paso a un resurgir de milicias chiítas, apoyadas por Irán.
Irán, la gran potencia chiíta de la región, también ha desplegados a miembros de su elite militar en Irak e intenta evitar que el Gobierno de Al Maliki sea derrocado y el orden actual desemboque en una guerra civil.
Tras abandonar Irak por completo a finales de 2011, Estados Unidos ha vuelto a operar militarmente en el país y ha nombrado al general de división del Ejército como nuevo comandante de las fuerzas estadounidenses en ese país.