MADRID, España. Ya es madrugada en España y son muchos los periodistas llegados de diferentes rincones del mundo apenas dormirán unas horas para volver a las puertas del Senado “unas horas más tarde”, como les indican desde hace horas en el Centro de Prensa, para entregarles su acreditación.

 

El caos y la desesperación se cuela entre los enfurecidos periodistas, que a escasas horas de cubrir el evento histórico no saben si podrán realizar su trabajo. Lo llaman colapso histórico.

 

El servicio de Comunicación del Palacio de la Moncloa, sede del gobierno de España, responsable de entregar las acreditaciones se enfrentará tras el evento a una serie quejas por parte de tantos periodistas. Quizás no imaginaron –aunque no se entiende porqué– que no previeran la avalancha de periodistas llegados de todos los rincones del mundo, cifra que se estima en unos mil profesionales.

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Colapso con las impresoras para entregar los gafetes, caos en la planificación y como consecuencia las horas que se suceden y los directorios que no se pudieron hacer. Periodistas que no entienden como contar en sus principales periódicos que no pudieron realizar las coberturas, para las que viajaron hasta España.

 

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De momento y a falta de que alguien les atienda, encuentran en Twitter su particular muro de denuncia. A la 1:06 am (hora española) un angustiado periodista escribe el mensaje que parece un SOS. “Sigo en el Senado esperando una acreditación”. “10 horas de fila y sigo sin acreditarme”. La sala de prensa sigue abierta esta madrugada.

 

En la calma de la noche, la calle Bailén está que arde. Los organizadores tienen una larga noche por delante para tratar de acreditar a los periodistas y que el evento más importante de la historia reciente de España, pueda ser visto en todos los medios a nivel mundial.