La Casa del Rey descartó hoy la presencia de invitados extranjeros en la proclamación de Felipe VI como muevo monarca de España, prevista para las próximas semanas, y argumenta la falta de tiempo y espacio necesaria para esta participación.

 

El acto tendrá lugar en el Congreso de los Diputados en una sesión solemne de las Cortes Generales (Congreso y Senado) e irá seguida de un desfile militar, pero no habrá misa posterior, como sucedió en la entronización de Juan Carlos I en 1975, informó hoy un portavoz de la Casa del Rey.

 

Felipe VI pronunciará su discurso, escrito por el futuro monarca, en presencia de diputados, senadores y representantes de las altas instituciones del Estado, si bien todavía no se sabe si acudirán sus hermanas, las infantas Elena y Cristina, o sus padres, Juan Carlos y Sofía.

 

Los responsables de protocolo han estudiado al milímetro cómo fue la ceremonia de proclamación del rey Juan Carlos, en 1975, y también la del juramento del príncipe Felipe en 1986 cuando alcanzó la mayoría de edad, que se realizaron en el mismo lugar.

 

En un encuentro informativo celebrado en el Palacio de la Zarzuela, el citado portavoz informó que el futuro monarca Felipe VI y su esposa Letizia utilizarán los meses de julio y agosto para desarrollar “con intensidad” viajes de presentación como nuevos reyes dentro de España y por otros países.

 

Explicó que los destinos se decidirán tras la proclamación del nuevo monarca, aunque “tendría sentido” que entre ellos figuraran Francia, Marruecos y Portugal.

 

En todo caso, está previsto que los nuevos reyes asistan el próximo 4 de agosto a los actos conmemorativos convocados en la ciudad belga de Lieja para conmemorar el centenario de la Primera Guerra Mundial.

 

El mismo portavoz consideró “razonable” que Juan Carlos de Borbón, tras su abdicación, disfrute de aforamiento (protección ante la ley que no implica inmunidad, ya que podría ser juzgado si se levanta esa salvaguarda) y no se mostró partidario de que sus futuras funciones sean reguladas por un estatuto específico.

 

También explicó que corresponderá al nuevo rey Felipe VI asignar las tareas que desempeñará su padre, si bien apuntó que “a lo mejor interesa” aprovechar su dilatada experiencia como interlocutor con líderes internacionales.

 

El nuevo rey también decidirá las tareas que desempeñe en el futuro su madre, la actual reina Sofía.

 

El portavoz insistió en aclarar que, tras ceder el testigo a su hijo como rey, Juan Carlos de Borbón no desea utilizar ningún titulo nobiliario, por lo que no pasará a ser Conde de Barcelona, título que utilizaba su padre.

 

El tratamiento de los actuales reyes Juan Carlos y Sofía y los honores que deberán recibir habrán de ser definidos en un Decreto.

 

También está pendiente de decidir si la hija mayor de Felipe de Borbón, que como heredera se convertirá en princesa de Asturias, acompañará a sus padres en alguno de los viajes previstos.