MADRID. Lo consideran el heredero mejor preparado de la historia de España. Tiene formación militar. Estudió derecho, economía y relaciones internacionales. Domina con soltura el inglés. Casado y padre de dos hijas, el príncipe Felipe de Borbón será Felipe VI de España y su esposa la reina Letizia.

 

“Felipe ha confirmado que reúne las condiciones para ocupar el trono”, dijo recientemente José Apezarena, biógrafo del todavía heredero. “El equipo Felipe-Letizia constituye un dúo unido y compenetrado, que trabaja en serio para lograr el reto de alcanzar una gran meta: convertirse un día en los reyes de España”.

 

“Se trata de un proyecto personal, político, institucional, en el que ambos están empeñados y que afrontan codo con codo”, agregó.

 

La sorpresiva abdicación de su padre el rey Juan Carlos, condujo a Felipe a la jefatura de estado en un momento convulso para España. La familia real se ha visto salpicada por escándalos de corrupción que han minado su imagen en un momento especialmente delicado de crisis económica.

 

Mientras, a nivel político, el proceso independentista en Cataluña ha puesto en jaque la propia unidad de España.

 

Felipe VI, de 46 años, es el tercer hijo de Juan Carlos y Sofía. Nació en la clínica de Nuestra Señora de Loreto de Madrid el 30 de enero de 1968, cuando el dictador Francisco Franco todavía gobernaba España.

 

Juan Carlos asumió la jefatura de estado tras la muerte de Franco en 1975 y Felipe se convirtió automáticamente en heredero de la corona. En 1977, recibió el título de príncipe de Asturias.

 

Felipe cursó estudios militares en Zaragoza. En 1993 se licenció en derecho, estudiando también diversas asignaturas de la carrera de Ciencias Económicas en la Universidad Autónoma de Madrid.

 

Entre 1993 y 1995 completó una maestría en Relaciones Internacionales en la Universidad de Georgetown de Washington, en Estados Unidos.

 

Apezarena, autor de varios libros sobre el futuro monarca, le describe como un hombre “muy preparado, prudente, leal al rey y enamorado de su esposa”.

 

Amante del deporte, sobre todo la vela y el esquí, Felipe fue deportista olímpico y abanderado de la delegación española en los Juegos de Barcelona 1992. Una vez completada su formación, comenzó a desarrollar una amplia labor institucional como heredero de la corona.

 

Es la cabeza de los conocidos premios Príncipe de Asturias y desde hace años representa a España en las tomas de posesión de presidentes latinoamericanos. En 2004, se casó con la periodista Letizia Ortiz, rompiendo una vieja tradición de matrimonios entre familias de sangre azul.

 

Los futuros reyes son padres de dos hijas: Leonor y Sofía. Leonor será la futura princesa de Asturias y heredera.

 

Para muchos expertos, Felipe es la fuerza que necesita la corona para revitalizarse. La imputación de la infanta Cristina y su esposo Iñaki Urdangarín por presuntos delitos de malversación de fondos públicos ha dañado la imagen de Juan Carlos y de monarquía.

 

En la encuesta de enero del diario madrileño El Mundo, la popularidad del monarca se situaba en el 41%, pero la de Felipe alcanzaba el 70%.

 

Letizia ya fue reina (tapatía)

 

En 1996, Letizia Ortiz Rocasolano no se imaginaba que ocho años después se convertiría en princesa, y mucho menos, se imaginaba que dos décadas posteriores sería reina. Durante seis meses vivió en la capital de Jalisco, Guadalajara, para enriquecer su carrera universitaria en el área periodística trabajando en el periódico Siglo 21.

 

El periódico tapatío El Informador logró entrevistar a una hija de la casera en la que vivió Letizia, Olimpia Nájera. En su opinión, Letizia “era una mujer muy guapa y que llamaba la atención a todos los chicos (…) Recuerdo que una vez fuimos a un bar y llegó el mesero a prenderle un cigarro y gritó: “Tía, pero cómo me van a prender un cigarro, no estoy inválida”.

 

A Letizia tampoco le gustaba que le pagar la cuenta en algún restaurante, recuerda Olimpia Nájera: “No quiero compromisos con nadie”.

 

Cuando se confirmó el noviazgo del príncipe Felipe con Letizia, medios españoles publicaron la silueta desnuda de Letizia que aparecía en la portada del disco “Sueños Líquidos” del famoso grupo Maná. Horas después, el artista cubano Waldo Saavedra, creador de la portada, aseguró que no era el torso de Letizia, sólo su rostro.

 

Otro de los dardos moralinos lanzados por los enemigos de la corona fue que Letizia apuntó al divorcio. Situación que la corona revirtió al asegurar que Letizia es una mujer normal; tan cerca de la sociedad y tan alejada de los iconos celestiales.

 

Ahora, Letizia está a días de convertirse en reina.

 

Hace doce días que los príncipes de Asturias celebraron el décimo aniversario de su matrimonio, una década de trabajo en la que Letizia Ortiz, de 41 años, no se ha limitado a mantener un perfil de consorte.

 

La en otro tiempo periodista de televisión Letizia Ortiz Rocasolano se metió de lleno en su nueva misión en cuanto se comprometió con el príncipe, a finales de 2003 y desde entonces no ha parado de formarse, con la reina Sofía como modelo.

 

Cada vez ha asumido más protagonismo y ha logrado consolidar un espacio propio de trabajo, con actividades en favor de la infancia y la juventud, la educación, la lucha contra las enfermedades penosas y la investigación científica.

 

Todo ello, sin descuidar los numerosos viajes oficiales y actos públicos compartidos con el príncipe, y siempre pendiente de la educación y la protección de sus hijas, las infantas Leonor y Sofía.

 

La princesa estrenó una agenda de trabajo propia en octubre de 2006 con la inauguración del colegio “Príncipes de Asturias”, en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón.

 

Dos años antes, en noviembre de 2004, ya había presidido su primer acto oficial en solitario, la inauguración del IX Congreso de Academias Iberoamericanas de la Historia, debido a la ausencia del príncipe, que tuvo que asistir en Abu Dabi a las honras fúnebres del jeque Zayed bin Sultán al-Nahyan.

 

Pero el acto en el que es más visible su presencia institucional junto a Felipe de Borbón es la entrega de los Premios Príncipe de Asturias, un acontecimiento especial para ambos porque se celebra en Oviedo (norte), ciudad natal de la princesa.

 

En la última década, los príncipes han recibido juntos a más de 7 mil 200 representantes de todos los sectores de la vida española en 248 audiencias con cobertura informativa y han intervenido en mil 516 actos oficiales.

 

Asimismo, sólo la agenda propia de Letizia le ha llevado a recibir a más de 2 mil 100 personas en 107 audiencias y asistir a 190 actos oficiales.

 

La princesa ha contribuido asimismo a consolidar el papel del príncipe Felipe como promotor de los intereses españoles en el extranjero a través de 73 viajes en los que han visitado 38 países de cuatro continentes, sin olvidar las 70 visitas de su esposo a 39 países -incluidas 38 tomas de posesión iberoamericanas- y los dos viajes de doña Letizia a Ginebra para reunirse con expertos de la OMS.