El Gobierno noruego anunció hoy que preservará el edificio principal del complejo administrativo que sufrió un atentado terrorista en 2011 y que contiene varias obras de Pablo Picasso, pero derribará otro inmueble anexo con dos murales del pintor español, aunque conservará las obras.

 

La decisión de las autoridades noruegas contraviene el plan de una comisión estatal que había propuesto hace un año derribar todos los edificios, lo que desató fuertes críticas de artistas y de la Oficina Nacional de Patrimonio.

 

“Esa discusión ha influido en el trabajo del gobierno, sobre todo los valores simbólicos y artísticos de Høyblokka (el edificio principal)”, admitió hoy en conferencia de prensa la primera ministra conservadora, Erna Solberg.

 

La demolición del denominado bloque “Y”, donde hay dos murales diseñados por Picasso, obedece ante todo a razones de seguridad.

 

“Es difícil asegurar de una forma apropiada el bloque ‘Y’, que provoca además un mal aprovechamiento de los espacios vacíos”, afirmó el ministro de Gobierno Local, Jan Tore Sanner.

 

Sanner aseguró que las obras artísticas serán preservadas, aunque aplazó la solución definitiva sobre su ubicación para más adelante.

 

El complejo gubernamental de Oslo resultó gravemente dañado, no así las obras, el 22 de julio de 2011, cuando el ultraderechista Anders Behring Breivik hizo estallar allí una furgoneta bomba que mató a 8 personas, antes de desplazarse a la isla de Utøya, donde cometió una masacre en el campamento de las Juventudes Laboristas.

 

En este bloque de edificios públicos hay cinco murales de Picasso: “La playa”, “Los pescadores” y “El sátiro y el fauno danzante”, en Høyblokka; y “La gaviota” y otra versión de mayor tamaño de “Los pescadores”, en el bloque “Y”.

 

Estas obras, realizadas a partir de los diseños del pintor español por el artista noruego Carl Nesjar, están consideradas los primeros murales monumentales de Picasso.

 

El anuncio del Gobierno noruego recibió el apoyo del principal partido de la oposición y de instituciones como el grupo de apoyo a las víctimas de los atentados, aunque también hubo críticas.

 

“Høyblokka y el bloque ‘Y’ son dos caras de la misma moneda y ahora sólo se conservará la mitad”, declaró Hege Maria Eriksson, máxima responsable del Centro de Arquitectura y Diseño Noruegos.

 

La Oficina de Patrimonio Nacional acató la decisión y se alegró porque no se derribe el edificio principal, aunque resaltó que para tomar una solución definitiva sobre los dos murales habrá que contar con el Museo Nacional y los herederos de Picasso.

 

Según el plan presentado hoy, que se espera sea aprobado por el Parlamento en 2019, las obras de construcción del nuevo complejo se iniciarán en 2020 y estarán acabadas entre 2023 y 2025.