BANKOK. Los militares que dieron un golpe de Estado en Tailandia prohibieron las asambleas públicas y ampliaron la censura a los medios de información extranjeros.
Un portavoz militar anunció por los canales locales que queda prohibida toda reunión pública de más de cinco personas, al tiempo que desconectaban las emisiones de medios internacionales como la BBC y la CNN, entre otros.
El anuncio se produce al mismo tiempo que los militares disuelven y desmantelan los campamentos que los manifestantes antigubernamentales y progubernamentales ocupan en Bangkok.
Prayuth disolvió el gobierno interino y se erigió como jefe del consejo que asumirá el poder de forma provisional.
A continuación decretó el toque de queda, que comienza a las 22:00 hora local (15:00 GMT), luego suspendió la Constitución, de 2007, y ahora la asambleas públicas y la ampliación de la censura a los medios extranjeros.
El Ejército se otorgó el papel de mediador tras declarar el martes la ley marcial en todo el país para prevenir un estallido de violencia tras meses de protestas antigubernamentales que han causado 28 muertos y centenares de heridos.
Los manifestantes antigubernamentales exigen una reforma del sistema político, que consideran corrupto, y proponen la creación de un consejo no electo para que lleve a cabo los cambios antes de celebrar nuevas elecciones.
Tailandia arrastra una grave crisis desde el golpe de Estado que derrocó de 2006 al ex primer ministro Thaksin Shinawatra, a quien sus detractores acusaban de dirigir el gobierno desde el exilio.
Los “camisas rojas“, seguidores de Thaksin, amenazaron con incrementar sus protestas en Bangkok si el Ejército tomaba el poder y caía el gobierno interino.
Con esta, los militares han protagonizado 19 asonadas, 12 de ellas con éxito, desde que acabó la monarquía absolutista en 1932.