RÍO DE JANEIRO. El astro del futbol mundial Edson Arantes do Nascimento,  tiene un sueño por cumplir: ver campeón a su selección en su país, y si fuera en la revancha de 1950 contra Uruguay mejor.

 

“Si tuviese fuerza divina para decidir, colocaría a Brasil y Uruguay en la final. Quiero mucho esa revancha. Sé bien que el pueblo también. Recuerdo cuánto sufrimos en aquel Mundial del 50. Vi a mi padre llorando, mi familia triste. Me gustaría mucho ver al pueblo feliz y el alma lavada”, comentó Pelé.

 

En 1950 el formato era distinto, donde los mejores de cada grupo clasificaban para después formar otro conjunto donde se enfrentaban todos contra todos y el que más puntos consiguiera se alzaba con la copa.

 

El destino hizo que el encuenro entre Uruguay contra Brasil se convirtiera de facto en una final, quien ganará ese encuentro sería campeón.

 

La garra charrúa venció 2-1 a los locales con un gol de Alcides Ghiggia al 79’, tanto que enmudeció al Maracaná.

 

Pelé siempre recuerda que esa vez vio a su padre, el exfutbolista Dondinho, llorar por la derrota y él, con escasos nueve años de edad, le prometió que le daría a su progenitor y al país la primera Copa del Mundo, como efectivamente ocurrió en Suecia 1958.