Donetsk. Los líderes de la sublevación prorrusa en el sureste de Ucrania obtuvieron una importante victoria en su pulso con el Gobierno de Kiev al conseguir celebrar sendos referendos separatistas en la regiones de Lugansk y Donetsk con activa participación ciudadana.

 

Según los organizadores de las consultas, que Kiev y la comunidad internacional consideran ilegales, las estimaciones sobre la participación en la región de Lugansk era de más del ochenta por ciento y en la Donetsk, del setenta.

 

En Donetsk, sólo el 10.9% votó en contra frente a un 89.7% sí está de acuerdo en la independencia de Ucrania.

 

“La participación ha superado todas nuestras expectativas. Estamos muy contentos”, afirmó el jefe de la Comisión Electoral de la “República Popular de Donetsk”, Román Liaguin, quien destacó la “gran respuesta ciudadana” a la convocatoria a las urnas.

 

Hizo especial hincapié en que los ciudadanos acudieron a votar pese a la “situación de guerra” que se vive en varias localidades y ciudades de la región.

 

La mayor parte de la jornada transcurrió en una clima de relativa tranquilidad, que se truncó cuando al caer la tarde efectivos de la Guardia Nacional de Ucrania se hicieron con el control del Ayuntamiento y el departamento de la policía en la ciudad de Krasnoarmeisk.

 

Según Liaguin, al momento de la entrada de los efectivos ucranianos en Krasnoarmeisk ya habían votado 47 mil 21 electores (77% del censo).

 

Esas cifras no son verificables, dado que se ha celebrado sin observadores y sin las más mínimas garantías de transparencia.

 

A primera hora de la mañana se observaban largas filas de personas, principalmente de edad avanzada, en algunos de los lugares de votación de la ciudad de Donetsk.

 

“Sí, mucha gente ha ido a votar, pero también mucha gente se ha quedado en su casa. Yo no participaré. No quiero que la región de Donetsk forme parte de Rusia. Es un país dirigido por un dictador, que persigue a mis hermanos de fe”, dijo Alexandr, un chófer de taxi, de 45 años, evangélico.

 

Estados Unidos dijo que el referéndum separatista en las regiones de Donetsk y Lugansk del este de Ucrania es “ilegal” y supone un intento de crear mayor división y desorden en el país.

 

“Estados Unidos no reconocerá los resultados de este referéndum ilegal”, afirmó la vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki, en un comunicado.

 

Además, “EEUU está decepcionado con el Gobierno ruso por no haber utilizado su influencia para impedir el referéndum desde la sugerencia realizada (por el presidente Vládimir) Putin el 7 de mayo para que se aplazase”.

 

La violencia no cesó durante la jornada. Dos personas murieron tiroteadas por efectivos de la Guardia Nacional ucraniana en la ciudad de Krasnoarmeisk, en la región de Donetsk, informó el diario digital 06239.com.ua.

 

Según ese medio, los militares ucranianos dispararon contra un grupo de personas que impedía el paso de un automóvil hacia la sede del Ayuntamiento.

 

Por otra parte, el exsecretario de Defensa de EU Robert Gates dijo que la anexión de la península de Crimea por parte de Rusia es un “trato hecho” y no hay “nada” que se pueda hacer para revertir la situación.

 

Sus declaraciones al programa de televisión “Face the Nation” de la cadena CBS llegaron en plena tensión en el este de Ucrania.