WASHINGTON. Al comentar la polémica sobre una ejecución en Oklahoma, el martes pasado, que se prolongó durante casi una hora, Rick Perry, gobernador de Texas indicó que: “Existe un modo apropiado para tratar con esto, y obviamente, algo fue terriblemente mal”. Lo anterior lo comentó en una entrevista en el programa “Meet the press” de la NBC.

 

La ejecución de Clayton Locket, de 38 años, que el martes murió de un ataque cardíaco más de 40 minutos después de recibir la inyección letal y pese a que las autoridades penitenciarias de Oklahoma intentaron suspender la ejecución al darse cuenta de que los fármacos no hacían el efecto esperado, ha reabierto el debate sobre los métodos para aplicar la pena capital en EU.

 

El sufrimiento que padeció Locket constituyó un trato cruel e inhumano, lo que el derecho internacional equipara con la tortura, señaló. “El de Lockett es el segundo caso de sufrimiento extremo reportado en lo que va de año y causado por el mal funcionamiento de las inyecciones letales”, dijo el vocero de Navi Pillay (Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos), Rupert Colville.

 

El primer caso fue el de Dennis McGuire, quien fue ejecutado en Ohio el pasado enero con una combinación de sustancias que luego se denunció que no fue probada previamente.

 

El Estado de Oklahoma ha aplazado ejecuciones que estaban previstas próximamente, tras la orden de que se revisen todos los procedimientos y protocolos para la aplicación de la pena de muerte.

 

El propio presidente Barack Obama ha instado a revisar el sistema de ejecuciones en Estados Unidos tras lo ocurrido en Oklahoma.

 

El gobernador de Texas señaló que los ciudadanos de su Estado habían decidido que existen crímenes que deben ser saldados con la pena de muerte, y que por lo tanto las autoridades federales deben respetar la posición de los estados.

 

“Confío en la manera en la que las ejecuciones son aplicadas en Texas son apropiadas y humanas”, dijo.

 

El gobernador de Texas, quien no quiso revelar si volverá a aspirar a la candidatura presidencial republicana en 2016, señaló que “Obama busca soluciones generales y únicas desde Washington” y se mostró a favor de “permitir que los estados encuentren su propia solución”.

 

Texas, que cuenta con 273 presos en el corredor de la muerte, es el estado con el mayor número de ejecuciones en EU, con 16 en 2013.

 

Desde que el Tribunal Supremo restableció la pena de muerte en EU en 1976, han sido ejecutadas mil 378 personas, y actualmente hay más de 3 mil personas condenadas a la pena capital en todo el país.