RÍO DE JANEIRO. El acceso al estadio Maracaná, de Río de Janeiro, estará cerrado para autos y solo será posible llegar al estadio en transporte público durante los días en que el recinto sea sede de partidos del Mundial 2014 que inicia el 12 de junio, anunció el alcalde Eduardo Paes.

 

Paes explicó lo anterior en rueda de prensa celebrada hoy y en la que presentó un “Manual de Procedimientos para Grandes Eventos“, que establece las normas excepcionales de tránsito y seguridad que regirán en la ciudad durante el Mundial.

 

Añadió que el acceso al Maracaná, sede de la final del Mundial del 2014, también estará prohibido para autobuses privados fletados especialmente para acceder al estadio por agencias de viajes.

 

“Hay agencias de viajes que venden paquetes e incluyen llevar a los turistas desde la puerta de su casa a la puerta del Maracaná. Eso no va a suceder”, aseguró Paes.

 

Destacó que este tipo de vehículos para el traslado será dirigido a un área de la ciudad lejana del estadio donde se estacionarán los autobuses.

 

Debido a la distancia entre ese espacio y el Maracaná los viajeros solo podrán desplazarse hasta el estadio en transporte público, ya que caminar hasta el recinto no es posible por la lejanía entre ambos puntos.

 

Para compensar la imposibilidad de acceder al estadio que albergará siete partidos del Mundial, incluida la gran final, Río de Janeiro fortalecerá el transporte público y dará prioridad al metro con una especial cobertura a las líneas que llevan hasta el Maracaná.

 

Asimismo, tendrán un papel importante los sistemas de corredor exclusivo para autobús que están siendo construidos en la ciudad y que, según aseguró Paes, estarán listos para el Mundial.

 

Estas líneas reforzarán especialmente los trayectos desde los dos aeropuertos de la ciudad, el internacional de Galeao y el Santos Dumont, utilizado en exclusiva para vuelos internos, hasta el estadio.

 

Paes también destacó que su gabinete “estudia la oferta de transportes”, por lo que los refuerzos en el evento estarán enfocados en “la demanda proyectada”.

 

En este sentido destacó el papel fundamental que tiene la experiencia previa de la organización de la Copa Confederaciones, en la que el Maracaná ya albergó varios partidos, incluida la final que enfrentó a Brasil y a España.

 

Durante el Mundial, el modelo de transportes será el mismo, con algunos “ajustes marginales” y la entrada en vigor de los sistemas de corredor exclusivo para autobús.

 

Además, el ayuntamiento de Río de Janeiro editará guías, mapas y folletos para orientar a los turistas y para que estos no se pierdan durante sus visitas a la ciudad.

 

Para complementar esa información, el municipio brasileño lanzará una aplicación para teléfonos móviles en la cual los aficionados que se desplacen podrán obtener información básica sobre la ciudad.

 

Para mejorar la seguridad y durante los días de partido, estará prohibida la venta y consumo de bebidas alcohólicas en los alrededores del Maracaná y se reforzará el efectivo ordinario de policías con 700 oficiales.

 

Sobre la posibilidad de que se reproduzcan las manifestaciones acaecidas durante la Copa Confederaciones, Paes señaló que Brasil es “un país con una democracia consolidada“, por lo que los ciudadanos “tienen y tendrán derecho” a realizar protestas en las calles porque “es parte de la democracia”.

 

Sin embargo, afirmó que “ni la prensa ni los brasileños aceptan actos de violencia” y recordó el caso del camarógrafo de televisión muerto tras ser alcanzado por una bengala lanzada por manifestantes durante una protesta el pasado mes de febrero.

 

En este sentido concluyó que, si se repite la violencia, “será inaceptable y los cuerpos y fuerzas de seguridad actuarán” para reprimirla.