Diputados locales y federales, así como la dirigencia local del PRD en la Ciudad de México urgieron a las diferentes fuerzas políticas del Senado a aprobar la Reforma Política del Distrito Federal y exigieron al presidente Enrique Peña Nieto a que cumpla su palabra de impulsar esta propuesta salida del ex acuerdo partidista Pacto por México.

 

En conferencia de prensa, los legisladores y el presidente del PRD-DF advirtieron que debido a la discusión de otros temas nacionales, como las leyes secundarias en materia energética o de telecomunicacones, se complica el trabajo para la aprobación de la Reforma Política del DF y se pone en riesgo su pronta aplicación.

 

La asambleísta Esthela Damián admitió que aún no hay visos que indiquen que la Reforma Política del DF sea aprobada en este periodo, por lo que insistió a sus compañeros en la Cámara Alta a que aceleren los tiempos y cumplan el compromiso de otorgar al a la capital del país el estatus jurídico que le corresponde.

 

A su vez, el dirigente local del PRD en el DF, Raúl Flores acusó que los desacuerdos entre el PRI y PAN afectan la aprobación del dictamen de la reforma, y que incluso condicionan como moneda de cambio para la aprobación de otras reformas estructurales.

 

En tanto, el legislador federal Carlos Augusto Morales destacó la urgencia de aprobar las adecuaciones a las normas actuales a fin de contar, lo más pronto posible, con un marco normativo acorde para la Ciudad de México, de lo contrario las modificaciones previstas tendrán que esperar varios años más, incluso hasta 2018.

 

“Dotar de derechos políticos plenos a los habitantes del Distrito Federal y propiciar la autonomía de su régimen interior, como el resto de las entidades del país, son temas que no pueden esperar ni pueden seguir estando sujetas a los vaivenes políticos ni a los intereses partidistas de unos cuantos”, dijo.

 

Explicó que retardar su aprobación implica condenar a más de cuatro años de espera su aplicación, debido a que no sólo requiere de la instalación de nuevos órganos, como la Asamblea Constituyente, sino de elaborar una Constitución local con el consenso de la ciudadanía, cuando a nivel federal las normas político-electorales cambiarán este mismo año.