Miedo, mucho miedo al ‘Pacto de Caballeros‘. Es la causa real del porqué el jugador mexicano no tiene un gremio unido y fuerte para protestar contra las injusticias que padece en el futbol mexicano como la reciente situación que vive el Querétaro. Lo dice Rubens Sambueza, volante americanista, quien dijo esto es lo que sucede en la Liga mexicana, a diferencia, por ejemplo, de lo que ocurre en países como Argentina, donde la Liga de plano llega a detenerse cuando un club incumple con pagos a sus jugadores; aquí en México el futbolista está desprotegido.

 

“Porque en Argentina hay una comisión del jugador que apoya totalmente y cuando no pagan un mes se para el futbol totalmente y es obligación de los clubes pagar y aquí no… Siento que el jugador tiene miedo por lo que pasará, por el ‘Pacto de Caballeros‘, si te congelan y no vuelves a jugar y es miedo de hacer algo en contra de la Directiva o la Federación, habría que hacer algo rápido”.

 

Lo dice Sambueza no por un club, sino por la cascada de irregularidades que a arrastrado a jugadores de varios clubes del máximo circuito y de la división de ascenso. Y es que no debería de ser normal. En Puebla los jugadores hacen una conferencia de prensa para anunciar que les adeudan dos meses de sueldo; en Chiapas, los elementos de Jaguares abandonan la concentración previa a un partido de Liga por falta de pagos; en Querétaro, Adolfo Ríos, presidente de los Gallos Blancos, pide a los jugadores compromiso y entrega, porque tendrán que jugar prácticamente de “a gratis” ante la intervención que sufre el club por las autoridades gubernamentales, debido al fraude de Oceanografía, la empresa a la cual pertenecía; y por si algo faltaba, en Celaya, el equipo de la división de ascenso salta al campo de juego con bolsas de estraza en la cabeza de sus jugadores con un signo de pesos pintado al frente en protesta por la falta de pagos.

 

Y es que, como lo anuncia Sambueza, la Comisión del Jugador, no tiene fuerza en este país, y para muestra pone el deseo de Christian Giménez, volante de Cruz Azul, por abandonar su puesto de secretario técnico en dicha comisión, ante la imposibilidad que tiene este gremio para tomar decisiones contundentes para que estas situaciones no sucedan.

 

“Me da tristeza por el jugador que es el que paga los platos rotos siempre y aun así no hay un gremio fuerte”, dijo Giménez.

 

Algo que no es nuevo en México, donde mucho han hablado de fortalecer la voz del futbolista, veteranos a punto del retiro, pero que una vez lejos de la cancha toman rumbos distintos o tienen su futuro asegurado, por lo que no vuelven a tocar el tema. Así se han extinguido voces como la de Cuauhtémoc Blanco u Oswaldo Sánchez, y otras han tocado el tema de costado porque en un futuro no muy lejano se vislumbran como directivos, como alguna ocasión tocó a Carlos Hermosillo, y más de manera más reciente ve la posibilidad Rafael Márquez; pero lo cierto es que ya sea por conveniencia, comodidad o miedo, la Comisión del jugador es casi lo mismo que un sindicato blanco en el futbol mexicano.