WASHINGTON. La Fuerza Aérea de Malasia detectó la última ubicación conocida del vuelo 370 de Malaysia Airlines sobre una diminuta isla del estrecho de Malaca, a cientos de kilómetros del curso habitual de un vuelo con destino a Pekín, informó la cadena CNN.

 

El canal estadunidense citó como fuente a un funcionario de la Fuerza Aérea malasia que solicitó el anonimato.

 

De confirmarse estos datos, el avión desaparecido el viernes pasado con 239 personas a bordo pudo haber volado durante una hora con rumbo suroeste sin emitir comunicación alguna antes de desaparecer en medio del estrecho de Malaca, entre Indonesia y Malasia.

 

Hasta ahora, el último punto de contacto con el avión malasio se había situado sobre el golfo de Tailandia, de acuerdo a una torre de control de Vietnam, cientos de kilómetros al nordeste de donde se ha situado según estas últimas informaciones.

 

Según la fuente anónima, el avión dio la vuelta a medio camino entre la ciudad costera de Kota Bharu y la costa sur de Vietnam, y voló durante al menos una hora hasta desaparecer tras dos horas totales de vuelo sobre la isla de Pulau Perak, en el centro del estrecho.

 

El vuelo MH370 salió de Kuala Lumpur a las 00.41 hora local y tenía previsto llegar a Pekín tras seis horas de vuelo, pero desapareció del radar una hora después del despegue.

Sobre las hipótesis de la desaparición, el director de la CIA, John Brennan, definió como “un misterio muy inquietante” y no descartó la posibilidad de que haya sido blanco de un atentado terrorista.

 

“No lo descartaría. De ningún modo”, aseguró Brennan en una conferencia en el Council of Foreign Relations de Washington.

 

El director de la CIA destacó que está estudiando el caso “cuidadosamente” junto con la policía federal (FBI), que ha desplazado un equipo al país asiático, y las autoridades de Malasia.

 

Estados Unidos ha investigado al iraní que, bajo el nombre de “Kazem Alí”, encargó los boletos de los dos pasajeros que viajaban con pasaporte robado para determinar si pertenece a una red terrorista o de tráfico de personas.

 

No obstante, las autoridades malasias desmintieron hoy que los dos pasajeros que embarcaron en el avión desaparecido con sendos pasaportes robados fueran terroristas, al asegurar que trataban de emigrar a Europa, aunque recalcaron que estudian todas las posibilidades tras extender la zona de rastreo.

Por su parte, la Interpol ha dado a dos aerolíneas acceso directo a su base de datos de pasaportes robados, en un proyecto destinado a dificultar el uso fraudulento de documentos por parte de criminales, dijo el jefe de la organización el martes.