Este fin de semana Brasil dio inicio a las festividades de la carne. El carnaval de Río de Janeiro es la tercera actividad con mayor afluencia de personas sólo después de las olimpiadas y los mundiales de futbol.

 

Contrario a lo que ocurre en los países del norte, el cono sur se prepara para recibir el invierno. La tradición de los carnavales alrededor del mundo participa de la fe católica y la cuaresma marca un periodo de purificación cuarenta días antes de la Semana Santa.

 

 

Así el carnaval integraba a los feudos en las sociedades medievales. Con una fiesta permitida por gobernante y la iglesia al exceso de los placeres.

 

Teatro, música y arquitectura viajó en el oscurantismo a través de las festividades religiosas, así como la burguesía y el comercio.

 

 

Hoy día es una de las actividades más lucrativas. Y con ello su peligro.

 

Recientemente la presidenta, Dilma Rouseff publicó  en su cuenta de Twitter que el país “está listo para combatir el turismo sexual durante el Mundial”, sin embargo esto no ocurre con el carnaval.