SAN PETERSBURGO. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, supervisó las maniobras de infantería en plena escalada con Ucrania tras la invasión y toma de Crimea este fin de semana.

 

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Putin estuvo acompañado de su ministro de Defensa, Serguei Shoigu, quien precisó que el objetivo del ejercicio era verificar la disposición de la tropa para entrar en acción en situaciones de crisis que amenacen la seguridad militar de la nación.

 

 

Putin se ha mostrado seguro dirigiendo a su poderosa maquinaria militar.

 

 

Las fuerzas de Rusia y Ucrania protagonizan actualmente un tenso enfrentamiento, pero su poderío es sumamente desigual.

 

Herederos del Ejército Rojo

 

Ambos ejércitos son sucesores del Ejército Rojo de la Unión Soviética y heredaron sus arsenales, su estructura y sus tácticas. Ucrania entregó a Rusia las armas nucleares que heredó de la Unión Soviética a comienzos de los 90.

 

Las fuerzas armadas rusas son mucho más grandes, con un millón de hombres, comparado con los 180 mil de Ucrania. Ucrania tiene unas 200 aeronaves de combate y aproximadamente mil cien tanques, comparado con mil 400 aeronaves rusas y varios miles de tanques.

 

Rusia y Ucrania se repartieron la Flota del Mar Negro tras el colapso de la Unión Soviética en 1991. Sin embargo, Ucrania a duras penas ha podido darle mantenimiento a su porción y tiene sólo unos pocos buques de fines bélicos, mucho menos que Rusia, que tiene contrato hasta el 2042 para administrar el puerto crimeo de Sevastopol.

 

Las fuerzas militares rusas han pasado por un gran proceso de modernización en años recientes, con nuevos suministros de armas y vastas maniobras. Ucrania, un país de pocos recursos, no puede pagar por esa modernización y su capacidad militar se ha ido mermando.

 

Con información de AP