Dos de los hijos de Joaquín Guzmán Loera y uno de sus ahijados, todos ellos con posibilidades de heredar el mando del Cártel de Sinaloa tras su recaptura, se encuentran entre los objetivos del despliegue militar que continúa en Sinaloa.

 

Se trata de los hermanos Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar, hijos del primer matrimonio del capo, así como de Dámaso López, ahijado de El Chapo.

 

Los tres cuentan con órdenes de aprehensión o presentación giradas por la Procuraduría General de la República (PGR). En el caso de los hijos del capo, también tienen procesos abiertos en Estados Unidos y han sido señalados en la “lista negra” del Departamento del Tesoro.

 

Autoridades federales revelaron a 24 HORAS que a partir de datos de inteligencia y líneas de investigación se conoció que los hijos del capo abandonaron Jalisco, su sitio habitual de residencia, luego de una serie de operativos que implementó el Ejército y la Armada principalmente en el área metropolitana de Guadalajara.

 

El seguimiento realizado por las autoridades mexicanas, apoyadas en el intercambio de datos con la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), permitió detectar que ambos se desplazaron a Sinaloa, entidad de la que no hay registro de su salida hasta la fecha.

 

En el caso de Dámaso, quien además es lugarteniente del grupo de sicarios conocido como Los Ántrax, las autoridades federales le siguen la pista desde diciembre. Se presume que se desplazó de Baja California a Sinaloa hace dos semanas.

 

Para el gobierno federal, estos tres personajes, ninguno mayor de 35 años de edad, cuentan con la juventud y sobre todo la confianza de las células operativas y los aliados de El Chapo para asumir el mando de la facción del Cartel del Pacífico y dar continuidad a las actividades delictivas.

 

Alfredo Guzmán Salazar tiene varias órdenes de aprehensión en Estados Unidos y está considerado uno de los mandos de “alto rango” del cártel, junto con su padre y El Mayo Zambada. Se cree que ha coordinado el envío de dos toneladas de cocaína tan solo hacia Chicago.

 

La DEA también investiga, desde hace años, a Iván Archivaldo por su participación en el tráfico de drogas y lavado de dinero.

 

En el gobierno mantienen bajo sigilo los detalles del operativo que las fuerzas armadas tienen desplegado en Sinaloa y sólo indicaron que se extiende a varios municipios del estado, no únicamente a Culiacán y Mazatlán.

 

Fallidos intentos

 

Los tres potenciales herederos del imperio de El Chapo tienen en común que han logrado burlar a la justicia en distintos momentos.

 

El 21 de junio del 2012, la PGR y la Marina anunciaron en una conferencia que habían detenido a El Alfredillo en un operativo implementado en Zapopan y que fue calificado como un éxito de los “trabajos de inteligencia” y el intercambio de datos con la DEA.

 

Pero al día siguiente todo se fue al traste porque resultó que el detenido que presentaron públicamente no era el hijo de El Chapo, sino otro joven. La aclaración se hizo en un comunicado de prensa.

 

Iván Archivaldo Guzmán fue detenido el 2005 por tráfico de drogas y delincuencia organizada, pero el magistrado Jesús Luna Altamirano lo absolvió por una supuesta falta de pruebas.

 

El pasado 6 de febrero, el Ejército implementó un operativo en un restaurante de mariscos en Mazatlán, luego de que se detectó que Archivaldo se encontraba en el sitio, pero el resultado fue infructuoso. El hijo del capo logró escapar, al parecer disfrazado de cocinero.

 

El 14 de febrero la Policía Federal detuvo a seis integrantes de una célula del Cártel de Sinaloa en Tijuana, que operaba bajo el mando de El Mini Lic, quien sin embargo no fue ubicado, ya que al parecer huyó a Sinaloa horas antes.

 

Ratifican defensa el amparo

 

La defensa de Joaquín El Chapo Guzmán ratificó su demanda de amparo en contra de la extradición a Estados Unidos, por lo cual quedó firme la suspensión provisional de cualquiera de los actos reclamados.

 

A través del juicio 200/2014, la juez Octava de Distrito de Amparo Penal otorgó suspensión de plano en contra de la: incomunicación, expulsión, destierro y extradición, como lo solicitó la defensa del inculpado.

 

La demanda fue presentada desde el pasado 24 de febrero, por Carlos David Armenta Montaño, en representación de Guzmán Loera.

 

“En 24/02/2014 promueve Carlos David Armenta Montaño en representación del directo quejoso. En la misma fecha se ordena requerir a la parte quejosa para que ratifique la demanda de garantías interpuesta y se concede la suspensión de plano del acto reclamado”, se notificó en la  lista de acuerdos del Consejo de la Judicatura Federal ayer por la mañana.

 

Horas más tarde, la defensa de Guzmán Loera ratificó su demanda de amparo, por lo cual quedó firme la suspensión provisional que ya se había otorgado, y se dio entrada al estudio de fondo del juicio de garantías.

 

“Visto el estado de demanda de amparo signado por… En favor de…, se concede de oficio y de plano la suspensión, a fin de que cesen los actos consistentes en…,”, informó el juez de la causa.

 

Cabe recordar que en la víspera a través del juicio 191/2014  también se le concedió  la suspensión de plano por incomunicación, tortura, deportación, extradición y sus ejecución, pero no la ratificó para continuar adelante  con el estudio de fondo del asunto.

 

“Se tiene por NO PRESENTADA la demanda de garantías con fundamento en lo dispuesto en el artículo 15 de la Ley de Amparo”, informó el Juzgado Octavo a través de la lista de acuerdos.

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