CARACAS. “El líder fascista ya está en manos de la Justicia”, exclamó el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en referencia al opositor Leopoldo López quien se entregó, después de protagonizar una masiva marcha de protesta opositora al gobierno.

 

Tras una semana intensa en Venezuela, marcada por las multitudinarias marchas de la oposición contra la inseguridad, la inflación y la escasez de productos, López convocó una movilización para presentarse ante las autoridades. El dirigente opositor tenía una orden de captura, emitida a pedido del gobierno de Nicolás Maduro, quien lo señaló como responsable de los disturbios de la manifestación del 12 de febrero, en la que tres personas fueron muertas y otras 66 resultaron heridas.

 

Después de ser detenido violentamente por una decena de uniformados en la plaza Brión de Chacaíto en Caracas, Maduro confirmó que López fue llevado a una cárcel a las afueras de Caracas por el presidente del Parlamento, el oficialista Diosdado Cabello, quien dirigió personalmente el convoy que llevaba al líder opositor.

 

Antes, Leopoldo López, con micrófono en mano se dirigió ante sus seguidores y les dijo que se iba a entregar a una “justicia injusta” y una “justicia corrupta”, pero aseguró que no iba a ir a la clandestinidad ni a marcharse del país.

“Si mi encarcelamiento vale para el despertar de un pueblo, para que Venezuela despierte definitivamente y que la mayoría de los venezolanos que queremos cambio podamos construir ese cambio en paz y en democracia, entonces vale este encarcelamiento infame”, indicó, acusando al presidente, Nicolás Maduro.

“¿Cuántas veces dijo Maduro que me quería preso? ¿Cuántas veces dijo que daba instrucciones para que me llevaran preso?”, proclamó López encaramado a una estatua.

Para contrarrestar la marcha de López, Maduro encabezó una marcha de trabajadores petroleros. Frente a ellos, dijo: “Se lo juro por Chávez. Lo que quiero es paz, que la patria progrese. Y es lo que estoy haciendo. Yo no tengo ni diez meses en el gobierno. Y en ese tiempo, esta oposición ha ensayado operativos para derrocarme, enfatizó Maduro en cadena nacional ante miles de seguidores, horas después de haber anunciado la destitución del general Manuel Bernal como director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), después de que reconociera que miembros de ese cuerpo incumplieron la orden de acuartelarse y no salir a la calle el miércoles pasado.

 

Reacción global

 

SAN JOSÉ. Las reacciones internacionales se generan como si de un efecto red se tratara. La organización Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (RedLad) pidió a la Organización de Estados Americanos (OEA) intermediar en la situación que vive Venezuela, con una misión que sea encabezada por el ex presidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz 1987, Óscar Arias.

 

En una carta divulgada, la RedLad solicita al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, “la instauración de una Misión de Buenos Oficios en Venezuela, concertada a través de una mesa de diálogo que tendría como fin “conseguir la paz, evitar más derramamientos de sangre y lograr el restablecimiento de los derechos humanos de la ciudadanía venezolana”, indica la misiva.

 

También la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) manifestó  su “preocupación” por la situación de Venezuela, e instó al gobierno de ese país a propiciar el diálogo entre las fuerzas políticas.

 

“Los países miembros de la Celac expresan su solidaridad con el pueblo hermano de la República Bolivariana de Venezuela y alientan a su gobierno a continuar los esfuerzos para propiciar un diálogo entre todas las fuerzas políticas del país”, indica el texto.

 

Amnistía Internacional (AI) se sumó al pedido y deploró que el gobierno de Venezuela no esté respetando “el derecho a la protesta pacífica” de sus opositores y demandó que se permita la libre expresión de grupos críticos con el presidente Nicolás Maduro.
El reconocido presidente uruguayo, José Mujica, rechazó “cualquier injerencia del exterior” que pueda darse en la situación interna de Venezuela y pidió que sus problemas se resuelvan “en paz” y dentro de la Constitución. El mandatario afirmó que cualquier intento que se lleve a cabo en ese país por salirse de la Constitución será “un tipo de violencia”.

 

En tanto, Estados Unidos anunció que estudia qué acciones tomará tras haber recibido la confirmación de la expulsión de tres de sus funcionarios consulares en Caracas por parte del gobierno venezolano, acusados de conspirar en universidades privadas para promover las manifestaciones estudiantiles. “De conformidad con el artículo 9 de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas y el artículo 23 de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, Estados Unidos está considerando qué acciones tomar”, confirmó la vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki, en un comunicado.

 

El efecto llegó hasta China donde el gobierno expresó su esperanza de que Venezuela y EU mejoren el diálogo y sus relaciones bilaterales, después de que Caracas haya acusado a Washington de estar detrás de la violencia que ha empañado las marchas en Venezuela.

 

En su rueda de prensa diaria, la vocera del Ministerio de Exteriores chino, Hua Chunying, indicó que “esperamos que las dos partes se adhieran a los principios de igualdad y respeto mutuo, aumenten el diálogo y mejoren sus relaciones”.