KIEV. Efectivos antidisturbios ucranianos rodearon hoy la plaza de la Independencia (Maidán) en Kiev, tras el ultimátum dado por las autoridades a los manifestantes opositores para que pongan fin a unos desórdenes en los que hay al menos cinco muertos y decenas de heridos.

 

La policía ya ha dispersado a los manifestantes que se encontraban concentrados en la calle Grushevski y ha establecido un cordón alrededor del Maidán, bastión de las protestas antigubernamentales, según informan medios locales.

 

Al menos cinco personas murieron hoy en los disturbios desencadenados en el centro de Kiev, en los que han resultado heridos 150 manifestantes y 47 efectivos del orden público, algunos con heridas de bala.

 

“En el centro médico de la Casa de los Oficiales ya hay tres muertos. Murieron de heridas graves de bala en la cabeza y en el corazón. Tenemos muchos heridos, decenas de ellos graves”, aseguró Olga Bogolomets, médico que trata a los heridos en la plaza Maidán, el bastión opositor ucraniano en el corazón de la capital.

 

En declaraciones al diario digital Ukraínskaya Pravda, Bogolomets denunció que el motivo de que esas personas perdieran la vida es que no recibieron a tiempo ayuda médica.

 

Manifestantes y antidisturbios protagonizaron hoy los primeros choques violentos desde fines de enero pasado.

 

Los choques estallaron en la calle Grushevki cuando la policía intentó impedir el paso de una marcha multitudinaria convocada por la oposición para demandar que se restituya la Constitución de 2004, lo que limitaría las facultades del presidente.

 

El Servicio de Seguridad y el Ministerio del Interior de Ucrania dieron hoy a la oposición un plazo de dos horas, hasta las 18:00 hora local (16:00 GMT), para poner fin a los disturbios.

 

“Las autoridades cuentan con fuerzas suficientes para imponer el orden. Y si los disturbios continúan, nos veremos obligados a actuar con firmeza”, advierte una declaración conjunta de los jefes de ambas estructuras de seguridad, Alexandr Yakimenko y Vitali Zajárchenko.

 

En el ultimátum se hace un llamamiento a los líderes de la oposición ucraniana a “calmar con urgencia a los manifestantes, poner fin a los enfrentamientos armados y retornar a la mesa de negociaciones”.

 

“Hoy los líderes de la oposición son personalmente responsables de la nueva fase de agravamiento de los enfrentamientos. Sus acciones han puesto en peligro la paz ciudadana y el futuro de Ucrania”, afirmó Yelena Lukash, ministra de Justicia.

 

Por otra parte, el presidente de la Rada Suprema (Legislativo), Vladímir Ribak, anunció que el presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, se reunirá mañana con los líderes de la oposición.

 

Ribak, que fue recibido hoy por Yanukóvich, sugirió que, además de la escalada de la violencia en Kiev, en la reunión se abordará la formación de un nuevo Gobierno con miembros de la oposición.

 

Al mismo tiempo, negó que hubiera tratado con el presidente la posibilidad de declarar el estado de excepción.