LONDRES. Miles de usuarios del metro de Londres sufrieron hoy alteraciones en sus trayectos con la reducción del 70 por ciento de los servicios de ese transporte, debido a la huelga de 48 horas en protesta por el cierre de las oficinas de venta de billetes.

 

Todas las líneas del metro, que a diario utilizan tres millones de personas, se vieron afectadas por el paro, que comenzó anoche sobre las 21.00 horas GMT y que secundan miembros del Sindicato Marítimo y de Transporte (RMT) y de la Asociación de Personal de Transporte Asalariado (TSSA).

 

Según este último sindicato, el servicio se redujo “en un 70 por ciento” si bien la empresa Transport For London (Tfl) -encargada de gestionar el metro- indicó que operan servicios mínimos de trenes en ocho de las once líneas.

 

En una comparecencia hoy ante la Cámara de los Comunes, el primer ministro británico, David Cameron, “condenó sin reservas” la acción sindical.

 

“Necesitamos una línea de metro modernizada para los millones de londinenses que la utilizan cada día”, opinó el jefe del Gobierno, que agregó que “el hecho de que solo un 3 %por ciento de las transacciones impliquen oficinas de venta de billetes justifica que haya menos personas en esas oficinas y más gente en las plataformas y en las estaciones”.

 

Las alteraciones se notaron especialmente a primera hora de la mañana y muchas personas tuvieron serias dificultades para tomar autobuses pues muchos de ellos no se detenían en las paradas por estar completos, donde se formaron largas filas.

 

Para anticiparse a los problemas, muchas personas optaron por ir hoy al trabajo en bicicleta o en sus vehículos particulares.

 

La medida de fuerza se adoptó en protesta por el cierre anunciado de oficinas de billetes para 2015 y después de que fracasaran las conversaciones entre los sindicatos y la empresa.

 

Los sindicatos rechazan los planes de clausura de las oficinas de billetes, pues supondrán un recorte de 750 empleos.

 

Los líderes sindicales habían ofrecido anular este paro si se suspendían los planes de cierre pero las negociaciones entre las dos partes concluyeron sin ningún acuerdo.

 

 

El alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson, calificó el paro de “inútil” y se mostró a favor de modificar las leyes sobre huelgas para limitar estas medidas.

 

Los líderes sindicales de RMT y TSSA, Bob Crow y Manuel Cortes, respectivamente, criticaron hoy al alcalde por negarse a entrevistarse con ellos para analizar el cierre de las oficinas.

 

El líder del Partido Laborista, Ed Miliband, primero de la oposición, consideró “profundamente lamentable” que no pudieran prosperar las conversaciones con el alcalde.