JERSEY CITY, Nueva Jersey.- No importa que los pronósticos del tiempo sean benignos para este fin de semana en el que se jugará el Super Bowl. Benignos significa que las temperaturas que se esperan, serán una mínima de cuatro grados bajos cero y una máxima de cuatro. Y el optimismo entre los meteorólogos está fundamentado además en que sólo hay un 30% de probabilidades de que caiga nieve. Sin embargo, será el viernes cuando tomen una decisión.

 

De todas formas, el peligro de que el Super Bowl termine atrasado por inesperadas condiciones está latente y un equipo de meteorólogos está trabajando incesantemente para predecir todo lo que los modelos matemáticos y las súper computadoras les permiten. Porque aún en esta época de avances tan sorprendentes, la ciencia de predecir el clima sigue haciendo quedar mal a todos.

 

Aun así, la Liga está segura de que todo saldrá bien, de que la apuesta por jugar en un estadio sin techo en esta latitud es correcta y será un éxito.

 

Pero la discusión sobre si debe volver a pasar permanece abierta. Una de las voces recientes es la de Don Shula, el entrenador con más triunfos en la historia.

 

“El frío les resta a los jugadores talento y capacidad de jugar. Por eso jugar bajo condiciones climáticas brutales lo más probable es que sea un factor en el resultado”, aseguró el coach de 82 años.

 

El Plan B es una realidad. La NFL cambiará la hora del partido por lo menos con 24 horas de antelación y si la decisión es cambiar el día, tienen que tomar la decisión 36 horas antes. Con todo, aseguran que están preparados para tener listo el estadio y las áreas adyacentes incluso si cae una nevada el día anterior. Lo que no han dicho es qué harán si la nevada es el mismo día del partido, porque es obvio que los tiempos para atrasarlo o cambiarlo de día no les dan.

 

Tanto el entrenador de los Broncos John Fox como su colega de Seattle Pete Carroll expresaron su preocupación sobre los campos de prácticas al aire libre. Temen que estén cubiertos de nieve o hielo. Ninguno se mostró muy entusiasmado por la idea de trabajar bajo techo toda la semana.

 

Es otro de los inconvenientes en este Super Bowl, aunque la NFL afirmó que los campos al aire libre estarán disponibles para los entrenamientos.

 

“Nos gustaría jugar con temperatura de 20 grados”, dijo Champ Bailey, el cornerback de los Broncos con 15 años de experiencia y finalmente disputará su primer partido por el campeonato. “Pero si me dicen que la temperatura será de menos seis y estoy en el Super Bowl, pues lo voy aceptar”.