No faltó quien quiso amarrar navajas en Davos entre el presidente Enrique Peña Nieto y la presidenta de Brasil, Dilma Rouseff. Peña Nieto tuvo una agenda de actividades mucho más intensa y amplia de lo que registró la prensa que lo acompañó. Pero en uno de los encuentros que tuvo con inversionistas, dicen los que saben, le preguntaron al Presidente su opinión sobre Brasil, sobretodo porque Rouseff, que llegó un día después de Peña Nieto, ofreció a los inversionistas abrir más su país para hacerlo más competitivo. El mexicano no compró ese pleito y les dijo que los dos países eran potencias latinoamericanas que buscaban, por encima de todo, el desarrollo regional.

 

Los hondureños se quedaron esperando al presidente Enrique Peña Nieto en la investidura presidencial de Juan Orlando Hernández. Pero, dicen en la cancillería, todo se debió a un mal entendido. El Presidente, afirman, nunca comprometió su asistencia, aunque reconocen que sí se habló de ello en las últimas semanas. Si estaba en lo alto de la lista, era porque los hondureños así lo quisieron mantener. El Presidente, dicen los que saben, canceló en definitiva cualquier posibilidad de viajar a Tegucigalpa el jueves pasado y, en cambio, adelantar su salida a Cuba, que se dio el lunes por la noche.

 

En la Secretaría de Salud se podrían quejar de que les están tergiversando los medios la información sobre el H1N1. En buena medida, porque en los medios han dado datos equivocados o descontextualizados sobre las alertas contra la influenza y la aplicación de las vacunas. El subsecretario de Salud, Pablo Kuri, dice que no tiene sólo seis millones de vacunas, sino que esa es la cantidad que resta de las 23 millones y medias para los grupos de riesgo, con lo que la cobertura es de un 75%, que es un estándar de cobertura alto en el mundo. Señala que las comparaciones con 2013 son incorrectas, porque los virus de influenza son diferentes. La analogía debía ser con 2012, en el empate de H1N1, donde el número de víctimas y decesos actual, es inferior.

 

En Morelia, en su casa, fue detenido Dionicio Loya Plancarte, apodado “El Tío”, y uno de los mandos dirigentes de Los Caballeros Templarios, ex Familia Michoacana. Golpe importante que quién sabe para dónde llevará. Informes del CISEN lo tiene identificado como el hombre que llevaba “la relación” con los medios de comunicación, oséase, el jefe de prensa del cártel que tenía tratos con bastantes periodistas. No se sabe a cuántos había amenazado o, como se ha dado en algunos casos en otras partes del país, trabajaban con los narcotraficantes. Pero su detención debe tener inquieto a más de uno.