Por diseño, desde el arranque de la administración, se ordenó que el presidente Enrique Peña Nieto no hablaría una sola línea sobre temas relacionados a la seguridad. Más aún, dicen los que saben, se giraron órdenes de que, inclusive, para evitarle tentaciones, no se le pasara ninguna tarjeta informativa sobre ese tema. Pues ahora, la realidad finalmente llegó a la Presidencia, y Peña Nieto no pudo abstraerse este miércoles, rumbo a Davos, de hablar de seguridad, Michoacán y autodefensas. Oséase, como en otros asuntos de seguridad, la estrategia original, va para atrás.

 

La seguridad sí es algo que preocupa en todo el país y, en algunos casos, cerrar el ciclo con la parte más sensible del proceso. Quien lleva la delantera, aseguran, es el gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, que ahora que ha logrado bajar la violencia en Torreón con el respaldo federal a casi un 80%, y la delincuencia estatal a la mitad, la próxima semana anunciará que 400 agentes formarán una nueva unidad para investigar en dónde hay fosas clandestinas y así, poder saldar con los familiares de las víctimas, una parte de sus pérdidas.

 

El mensaje del presidente de la ONU, Ban Ki Moon al presidente Enrique Peña Nieto –a través del secretario del Medio Ambiente, Juan José Guerra Abud-, fue enfático: tiene que participar en septiembre en una cumbre mundial en Nueva York sobre el cambio climático. Ki Moon quiere aprovechar la presencia de decenas de líderes que irán a la Asamblea General, para que en la víspera se reúnan y lo que no han logrado en la COP, pueda alcanzar algunos acuerdos políticos que desbloqueen las resistencias a reducir sus emisiones de gas en países como India y Brasil.

 

Don Marcelo Ebrard tiene algunas sorpresitas bajo la manga. Pues ahora resulta, aseguran los que saben, que el ex jefe de gobierno del Distrito Federal, ante la ausencia de respaldos en el PRD para lograr la presidencia del partido, está pensando seriamente en sumarse al proyecto político de una figura emergente. Ojo, no se adelanten. No es ningún perredista, y menos aún priista. Se trata de un panista, que hoy en día cobra como gobernador de Puebla, cuyas iniciales son Rafael Moreno Valle. Qué guardadito se lo tenía, ¿eh?