Una de las primeras noticias por las que conocimos a las impresoras 3D fue la difusión en internet de los planos para la construcción pieza por pieza de una pistola que, con el tiempo y acceso masivo a este tipo de impresoras, podría permitir a toda persona poseer un arma de fuego a un bajo costo.
Sin embargo, los alcances de estas herramientas también han tenido fines artísticos, llegando a imprimir guitarras eléctricas, jarrones, zapatos o juegos de ajedrez completos.
Sin duda alguna, los alcances más sobresalientes de las impresoras 3D son los logrados en el campo de la medicina, que van desde la generación de férulas para tratar fracturas de huesos, hasta la posibilidad reproducir órganos humanos completos.
Las aplicaciones
El primer audífono para combatir la sordera desarrollado por una impresora fue creado 1998, y en la actualidad el 98% de los audífonos existentes se han fabricado usando esta técnica.
Ahora se investiga la fabricación de microbaterías de litio para la alimentación de estos dispositivos.
En el campo de la ortodoncia esta tecnología permite tanto obtener un alineador dental transparente impreso en 3D para el uso diario, como implantes, fundas dentales, puentes, y una gran variedad de aplicaciones. los expertos en el área aseguran que sólo por este medio han sido posibles algunas cosas que antes no lo eran.
La impresión de huesos es uno de los avances más sobresalientes en este campo tecnológico ya que abre la esperanza de que muchos bebés que nacen con traqueobronquiomalacia sean tratados.
Esta es una anomalía congénita que se produce en uno de cada 2100 recién nacidos y que consiste en una debilidad de las paredes de la tráquea, produciendo colapsos durante la respiración o cuando tosen, y que frecuentemente se diagnostica erróneamente como asma.
Antecedentes
Tráquea.
Como lo publicó The New England Journal of Medicine en mayo de 2013, un bebé de dos meses logró salvar su vida al serle implantada una prótesis en forma de tablilla en la tráquea, reproducida en una impresora 3D.
El recién nacido sufría constantes ataques de corazón debido a sufrir traqueobroncomalacia, según el diagnóstico de los médicos que publicaron el estudio.
Estos especialistas decidieron imprimir una especie de tablilla, que reproducía el tubo traqueal basado en una imagen tomográfica de la vía respiratoria del niño.
La reproducción en 3D se hizo con un material llamado policaprolactona, bioabsorbible por el cuerpo humano en tres años, por lo que nunca se necesitará otra intervención quirúrgica para ser retirada la pieza. La pieza fue reproducida en la impresoras en menos de un día.
Según los médicos, para cuando la pieza se elimine naturalmente, los pulmones del niño y sus vías respiratorias ya se habrán desarrollado lo suficiente como para mantenerse abiertos por sí mismos. Tras insertar el tubito, los doctores mantuvieron al bebé con respiración asistida durante 21 días, y posteriormente fue dado de alta del hospital.
Un año después del implante no ha presentado ningún problema de rechazo ni de respiración.
Células madre y tejidos
Cuatro estudiantes de la Universidad de Leiden, en Holanda, desarollaron un proceso combinando una impresora 3D , desarrollaron un proceso, combinando una impresora 3D y la tecnología de células madre inducidas, que permiten crear células madre a partir de células ya diferenciadas.
Dado que las células madre inducidas se desarrollan a partir de las propias células del paciente, se reduciría las respuestas inmunes al nuevo tejido. La importancia de este descubrimiento radica sobre todo en el tratamiento de heridas de gran extensión, dada la dificultad de encontrar injertos de piel de ciertos tamaños.
Cráneo
Oxford Performance Materias (OPM) es el primero en desarrollar un material que puede ser impreso utilizando una impresora 3D y usarse en implantes sobre el cráneo. Puede ser empleado para reparar secciones largas de un cráneo dañado y ya ha sido autorizado en su uso por la FDA y se encuentra en uso en cirugías criticas en todo el mundo.
Lo que viene
Como lo pronostican los expertos, la impresión de órganos es un posibilidad real con éste método, sin embargo, advierten que el desarrollo de estos se está dando en cuatro pasos: primero, la capacidad de imprimir células y que estas se unan formando estructuras laminares como la piel.
En segundo lugar, se debe lograr la formación de formas tubulares en las que al menos se empleen dos tipos celulares diferentes. Luego el reto sería obtener órganos con formas huecas, como la vejiga o el estómago.
El último paso sería conseguir estructuras sólidas integradas por muchas células diferentes y complejas, como un hígado o incluso un corazón, órgano muy complejo porque además de tener células con capacidad de contraerse rítmicamente, tiene válvulas con un material distinto a las células cardíacas.
Aunque muchos de estos pasos ya están realizándose y se espera que no sea hasta dentro de unos 30 años cuando esta opción terapéutica esté realmente desarrollada, lo cierto es que es altamente prometedora y permitiría acabar con la escasez de órganos para trasplantes.